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Trajes y trajes, plateados, brillantes o discretos dominarán el invierno 2009
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Trajes y trajes, plateados, brillantes o discretos dominarán el invierno 2009

El traje, como prenda omnipresente para el hombre del invierno 2009, brillante, de cuero, de terciopelo, blanco, en jacquard fosforescente o discretamente marino, consolidó posiciones hoy

Foto: Trajes y trajes, plateados, brillantes o discretos dominarán el invierno 2009
Trajes y trajes, plateados, brillantes o discretos dominarán el invierno 2009

El traje, como prenda omnipresente para el hombre del invierno 2009, brillante, de cuero, de terciopelo, blanco, en jacquard fosforescente o discretamente marino, consolidó posiciones hoy en las pasarelas de París, en la última jornada de desfiles, protagonizada entre otros por Dior, Masatomo y Armand Basi.

El diseñador español Josep Abril, con sus ideas para Armand Basi, no fue el único en rejuvenecer y dar enorme importancia al conjunto masculino de elegancia indiscutible, unido, en su caso, con americana más bien corta o larga, casi levita, sobre pantalones estrechos, bajos o altos de cintura.

Los hombres de Abril-Basi serán el próximo invierno de los que gustarán "buscar aventuras por un mundo inexplorado", pero "sin perder elegancia ni buen gusto" en ningún momento. Vaya esto por adelantado. Quizás por ello, como una garantía más de esa aspiración a la máxima elegancia en cualquier ocasión, las camisas serán de corte tradicional y sus cuellos y puños intercambiables. Azul marino, por ejemplo, sobre torso blanco.

Para su mayor fortuna, de cuando en cuando, el hombre Armand Basi dejará en el armario su indispensable traje en busca del confort absoluto, por lo que portará pantalones de cuadros escoceses de colores vivos o finísimos jerséis -en ocasiones gruesos- confeccionados artesanalmente con materias nobles, en colores variados combinados entre turquesas, rosas, indigos, marinos, blancos, negros o dorados.

Como pudo verse en la Galería Colbert, las mismas materias, de la alpaca a la seda o el mohair y sobre todo el cachemir, permitirán luchar contra el frío gracias a abrigos de colores esenciales, negro, visón y gris, todo ello confeccionado en materias "puras y esenciales", en palabras de Josep Abril, quien subrayó, igualmente, su "apuesta por el lujo de las cosas simples pero exquisitas, perfectas".

En otras pasarelas, otros autores y otros contrastes para el traje, más allá de la versión impecable del traje Dior, al que por primera vez aportó su brío el joven belga Kris Van Assche, en su esperadísimo desfile multitudinario como sucesor oficial de Hedi Slimane.

El 'glamour' de Masatomo

El ensamblaje de dos prendas tan fundamentales para el hombre del siglo XXI, como quedó demostrado estos días en París serán la americana y el pantalón, tuvo una espectacular versión roquera de lujo en los salones de Masatomo, apta para cualquier escenario.

Consciente de que "todo gran japonés tiene que desfilar en París", así viene haciéndolo desde hace unos años este modisto que acostumbra a vestir a las más grandes estrellas del rock y del cine, de Mick Jagger a Johnny Hallyday o a Johnny Depp, según recordaban con cierto orgullo algunos de sus clientes, mientras esperaban que el desfile comenzase.

El lugar elegido, un suntuoso salón del Hotel Meurice, frente a los jardines de las Tullerías, dejado expresamente en penumbra, pese a las abundantes e inmensas lámparas de cristal que colgaban pesadamente del techo, se prestaba a la charla o a la siesta, como practicaban otros invitados Masatomo.

Entre las originalidades del traje que despertó a todos en este desfile inspirado en el universo de la moto, cabría destacar la desaparición del bolsillo en una especie de pliegue abierto y las hombreras enteramente bordadas de lentejuelas, sobre camisa plateada y muy fina corbata.

"Un fundido, qué idea genial, pero, entonces, ¿dónde metes todas esas cosas que uno lleva en el bolsillo?", comentaba dubitativo y a la vez lleno de admiración el cliente habitual de la firma al ver sus nuevas tendencias.

Terciopelo blanco, o negro, con zapatos de charol a juego, o en ocasiones de charol sorprendentemente marrón más bien claro; siempre muy puntiagudos; pantalones con las piernas enteramente recubiertas de minibolsillos; y levitas esmoquin, con rayas en ocasiones puramente 'adidas', otras de clásico satén; y cremalleras bordadas con brillantes, serán algunas de las características Masatomo 2009.

El carácter a menudo unisex de algunos modelos, en particular las chaquetas y cazadoras de cuero con cremalleras brillantes era indudable, pero un accesorio fue creado específicamente para conquistar a ambos sexos, en el escenario o fuera de él: la fina cola negra o blanca de visón con delgadas cadenas metálicas.

El traje, como prenda omnipresente para el hombre del invierno 2009, brillante, de cuero, de terciopelo, blanco, en jacquard fosforescente o discretamente marino, consolidó posiciones hoy en las pasarelas de París, en la última jornada de desfiles, protagonizada entre otros por Dior, Masatomo y Armand Basi.