Más morena sin sol, te enseñamos un truco para conseguirlo

Aún no te ha dado tiempo de postrarte en la tumbona unos días para que (siempre protegida con un protector solar) tu piel adquiera ese tono 'besada por el sol' que a todas nos encanta. Los polvos de sol son tus aliados cada principio (y final) de verano y muchas otras estaciones. Bien porque consiguen darte buen tono si no tomas el sol, bien porque disparan el atractivo de tu bronceado incipiente. Los bronzers o polvos bronceadores tienen un código sencillo que se basa en tres pasos y que si los aprendes, te salvarán de muchas situaciones. Existen distintas formas de aplicar los polvos de sol:

1. ¿Te sabes el truco del tres? Lewis Amarante, maquillador de Max Factor, lo defiende: "Para dar un bonito y favorecedor contorno a la cara, aplica los polvos empezando en la sien, siguiendo por las mejillas y terminando en la mandíbula. Importante difuminar hacia el cuello para que no se note la diferencia de tonos", explica.

2. Para el look luminoso, la clave está en aplicarlo en pequeños toques en zonas estratégicas: lo alto del pómulo, frente, nariz, barbilla y escote. Para ello, usa siempre una brocha gruesa de pelo suelto y suave.

3. Hay un último truco: utilizar dos tonos. "Uno clarito, para resaltar las mejillas y otro más oscuro, bajo ellas, para contornear el rostro. Si los mezclas con una brocha, se crea un tercer tono que puede fijar la base de maquillaje e iluminar el rostro", comenta Pat McGrath, asesora creativa de Dolce &Gabbana Make Up.

¡Atención, novatas!

Una de las mejores maquilladoras del mundo, Linda Cantello, make-up artist internacional de Giorgio Armani, hace una advertencia: "Para que el look 'besada por el sol' quede natural, es importante el polvo bronceador pero también el colorete, ya que el bronceado, además de aportar calidez a la piel, resalta el color de los pómulos". Terracotta, de Guerlain. Con un tono universal, esta novedad de la familia Terracotta recrea la luminosidad pura de los rayos del sol de la mañana sobre la piel (51,10 euros).

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¿Con qué combinar los polvos de sol?

Así pues, para que el maquillaje bronceado favorezca, debes tener unas cuantas herramientas a mano:

Un colorete. Recuerda que cuando estás morena tus mejillas suelen estar un puntito encendidas. El colorete Orgasm, de NARS, se funde perfectamente en la piel (34,95 euros)

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Unos papeles matificantes. Porque lucir no significa brillar. Revisa tu zona T, en verano está hiperactiva. Papelitos matificantes All about matt! de Essence (2,49 euros)

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Un lápiz iluminador. Para que los contornos que dibujas con el bronzer favorezcan, las zonas de luz también tienen que destacar: arco bajo la ceja, encima de los pómulos. Pincel y luz reunidos en este iluminador de la piel, un clásico infalible para trabajar sobre tu piel. Touche Éclat, de Yves Saint Laurent (24,95 euros).

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Una brocha kabuki. Su suavidad y forma redondeada la hacen ideal para los polvos de sol, ya que permiten tomar la cantidad justa de producto y pasar por la piel cuantas veces sea necesario para que el tono quede difuminado sin irritar. Esta brocha se ha convertido en imprescindible para aplicar polvos sueltos, compactos, bronceadores o incluso colorete. Superpráctica porque tiene un formato retractable, de manera que la brocha queda perfectamente protegida y cabe hasta en los neceseres más pequeños. Esta tiene un pelo denso natural que permite repartir los polvos de manera uniforme. Kabuki Brush, de Dior (48,95 euros).

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Las sombras de ojos, por favor, en la misma gama de tonos: azúcar moreno, arena, terracota. No es el momento de variaciones cromáticas. Los colores de las paletas Naked Petite Heat, de Urban Decay (29,95€).

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