Estas son las plantas que pondría en mi jardín: son muy resistentes y tienen flores todo el año

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Hora de plantar. Dicen que hay que sembrar para recoger y, de hecho, suele ser así. Así que si estás pensando en dar vida a tu jardín con plantas que no solo resistan bien el sol, sino que también te regalen flores durante todo el año, hay algunas especies que no fallan. De hecho, estas opciones no requieren cuidados excesivos y, a cambio, ofrecen color, textura y un encanto natural que transforma cualquier rincón exterior.

Por un lado, presentamos la verbena como una de esas plantas que no puede faltar. Con una floración generosa y prolongada, se despliega en tonos vibrantes que van desde el blanco hasta el rojo intenso, pasando por el morado y el rosa. Su porte rastrero la convierte en una aliada perfecta para bordes y macizos. Aunque aguanta muy bien la sequía, agradecerá un riego moderado y constante. Eso sí, es fundamental eliminar las flores secas para que no deje de florecer.

Otra imprescindible es la boca de dragón, una planta que aporta una explosión de color en forma de racimos florales. Blancas, amarillas, naranjas, moradas o rosadas, sus flores se abren al sol desde la primavera hasta bien entrado el otoño. Cabe señalar que, pese a su fortaleza frente a las altas temperaturas, necesita riego regular, sobre todo cuando el calor aprieta, cuidando siempre de no encharcarla.

Además, el plumbago azul, con su tono celeste característico, aporta frescura visual al jardín. En particular, esta planta forma un arbusto frondoso con ramas largas que pueden alcanzar más de un metro. Aunque exige riegos frecuentes, compensa su dedicación con una buena tolerancia al calor. De hecho, es una opción ideal para quienes buscan un efecto decorativo elegante y duradero.

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Y si hablamos de impacto visual, la buganvilla se lleva todas las miradas. Sus pequeñas flores, envueltas en vistosas brácteas de colores como el fucsia, el blanco o el violeta, cubren pérgolas, muros y fachadas con una intensidad difícil de igualar. Esta planta rústica florece sin descanso en climas cálidos, especialmente si se coloca en un lugar muy soleado. En maceta, es recomendable regarla dos o tres veces por semana en temporada estival; si está en tierra, una vez es más que suficiente.