Las hermanas Osborne nos abren su armario: prendas de su madre (y de Fabiola)

Es la primera vez que las cuatro hijas de Sandra Domecq posan juntas para una campaña. Alejandra, Eugenia, Claudia (las tres hijas mayores de Bertín Osborne) y Ana Cristina Portillo han unido fuerzas para convertirse en embajadoras de la vuelta por todo lo alto de Hoss Intropia, dos años después de que cerrara sus puertas para gran disgusto de sus clientas más fieles. Un proyecto que esta noche presentan en 'El hormiguero', donde también por primera vez se divertirán juntas con Pablo Motos.

Hace unos días, en Vanitatis tuvimos la oportunidad de sentarnos con ellas, con quienes conversamos no solo de las ganas que tenían de que regresara esta marca al mercado (siempre las ha acompañado en las grandes ocasiones), sino de algunos detalles inéditos de sus vidas en el seno de una familia llena de mujeres. De compartir cuatro armarios en uno, de los consejos de su madre, la elegantísima Sandra Domecq, en clave de estilo y de la influencia de Fabiola Martínez, que recientemente se ha separado de su padre, hablamos con estas bellísimas cuatro hermanas que hoy reinarán en el prime time de Atresmedia.

“Yo, por ejemplo, en el bautizo de mi sobrino Santiago me vestí de Hoss Intropia. El bautizo fue muy divertido y el look era precioso, un vestido muy bonito con un estampado en verde, naranja y amarillo que luego se quedó Ana Cristina”, nos confiesa divertida Eugenia. “Yo me lo puse para una boda. Tiraba mucho de Hoss Intropia para este tipo de eventos”, continúa Ana Cristina. “Bueno, todas, era como el sitio perfecto para encontrar algo diferente”, asegura Alejandra.

Las cuatro, tan diferentes como parece en sus redes sociales, han encontrado en esta colección “muchas prendas que nos identifican” y en la marca un nexo perfecto para unir fuerzas en una campaña que les está permitiendo disfrutar mucho unas de otras y a nosotros conocerlas un poco más.

Cuatro armarios en uno

Quien tenga hermanas sabrá de lo que hablamos. En una casa en la que conviven cuatro mujeres (ahora en remoto, eso sí), lo de la propiedad privada en cuestión de prendas de ropa se diluye en una sucesión eterna de 'préstame', 'te lo devuelvo mañana' y '¿alguien ha visto lo que me compré ayer?'. Batallas entre hermanas que, tal y como nos confiesan Alejandra, Eugenia, Claudia y Ana Cristina, ellas han vivido y siguen haciéndolo.

“Siempre hay algo de la otra que te gusta más que lo tuyo. Es irremediable”, señala riéndose Eugenia segundos antes de que Ana Cristina le recuerde que a la salida de la entrevista tiene pensado pasar por su casa a por algo de su armario. “Inevitable, como te decía”.

“Broncas fuertes no hemos tenido nunca, pero sí que es verdad que lo hacemos mucho. Es muy divertido y muy guay tener cuatro armarios en realidad”, cuenta Eugenia mientras no pierde detalle de las caras que ponen sus hermanas. Y es que aunque este tipo de delitos prescriben con el paso de los años (cuando la prenda en cuestión pasa de moda), sí que confiesan haberse robado ropa mutuamente sin miramientos. “Muchas veces”, contestan al unísono al ser preguntadas al respecto. “Casi siempre se descubren los robos cuando vuelven a aparecer con los años en otros ‘repesques’ (palabra con la que las hermanas han denominado a sus trueques estilísticos)”. Unas desapariciones que, como no podía ser de otra manera, no siempre molestan igual. “Claudia me quitó un bikini nuevo de ese verano y lo volví a ver como ocho años después, destrozado claro”, nos comenta Alejandra. “Es lo que tiene…”, suspira. Y eso que cada hermana tiene un estilo diferente.

“A mi me gusta ir cómoda y creo que tengo un estilo entre boho y rockera”, afirma la primogénita del clan. “Me gusta lo hippie y tengo muchas cosas vintage”, explica Claudia coincidiendo con Ana Cristina: “Me gustan mucho las marcas de segunda mano y para bodas me encanta arreglarme”.

Eso sí, ninguna es tan fanática de la moda como Eugenia: “De todas creo que soy la más aventurera en la moda, la más dinámica. Me gustan distintos estilos y combinarlos según la situación, mi estado de ánimo… Me atrevo con todo. Hace tiempo que decidí que voy a decir que sí a todo lo que pueda”. Y vamos si lo hace. Su perfil de Instagram, en el que ha centrado su carrera profesional, acumula casi 160.000 seguidoras que cada día se inspiran con sus looks.

Las enseñanzas de Sandra Domecq

Un estilo el de las cuatro que, aunque diferente, tiene un punto en común: las enseñanzas de su madre, Sandra Domecq, una de las mujeres más elegantes de la escena patria. Fallecida en el año 2004, su estilo pervive intacto en sus hijas que, tal y como nos subrayan, reviven utilizando muchas de sus prendas.

“Era muy sofisticada y muy elegante. Yo me acuerdo mucho de sus chaquetas, de sus chalecos, de sus botas… Se llenaba las manos de pulseras y anillos”, recuerda Claudia.

“Tenemos muchísima ropa de ella… Blazers, chalecos, vestidos… Yo me puse un vestido de ella amarillo para una fiesta de disfraces”, rememora nostálgica Eugenia. Aunque, sin duda, el mayor homenaje se lo hizo su primogénita, Alejandra. “Yo en mi boda utilicé una chaqueta suya. Como hacía frío y llovía…”, un recuerdo precioso que le encantaría compartir con alguna de sus dos hermanas solteras. “Si alguna se casa en invierno, yo encantada”. Una propuesta que enseguida ruboriza a Claudia y Ana Cristina, sobre todo a la primera, quien hace apenas unas semanas se fue a vivir con su novio, José Entrecanales (hijo del presidente de Acciona). “Por ahora nada”, nos desvela entre risas.

Y de Fabiola

Sandra Domecq no ha sido su único referente en clave de estilo. La ahora exmujer de su padre, Fabiola Martínez (con la que estuvo casado casi dos décadas), también entró en los armarios de sus hijastras. Con ella mantienen una relación extraordinaria (comentan que comieron con ella la semana pasada) y hasta incluso les regaló alguna prenda suya. “Yo tengo unos cuantos vestidos de Fabiola. Un vestido de boda, otro más de fiesta”, destaca Ana Cristina. “¿Pero ella sabe que los tienes?”, le responde entre risas Alejandra. “Tengo también una especie de chistera como de paja ideal para boda. Y sí, ella me lo regaló”, matiza.

Una relación entre ellas que fluye a las mil maravillas y, aunque descartan por completo montar un negocio juntas, no pueden estar más felices de haber aceptado este proyecto las cuatro. “Ha sido muy guay”, concluyen casi al unísono. Más aún si tenemos en cuenta que han podido escaparse a la Costa Brava para rodar la campaña: “Más con esta situación en la que nos vemos mucho menos que antes. Ha sido divertidísimo, nos lo hemos pasado fenomenal y encima tenemos a Alejandra todo el tiempo en Madrid que nos encanta a pesar de las circunstancias. Estamos felices de vernos tanto”.

¿Su deseo cuando pase la pandemia? “Viajar”. Y el destino, aunque gana en votos Berlín, está aún por decidir.