El (relativo) 'pelotazo' de Fernando Alonso con su marca de moda

Si tan solo hace unos meses nos hacíamos eco de la información de 'Cinco Días' que aseguraba que Kimoa, la marca de moda de Fernando Alonso, había registrado unas pérdidas en el año 2017 de más de un millón de euros, esos datos han pegado un vuelco espectacular.

Según informa ahora este medio, la firma aceleró sus ventas en 2018 para reducir las pérdidas del año anterior en un 25% y generar unos ingresos de 1,2 millones de euros, el triple respecto a las cifras de 2017, cuando el deportista intensificó la promoción de la marca incluyendo en su acuerdo con la escudería McLaren.

El piloto asturiano hace tiempo que solo lleva prendas de su marca. Sudaderas, gorras, camisetas y, sobre todo, el best seller de la marca, las gafas. Alonso es el mejor escaparate de sus propios productos.

En esta aventura empresarial, que aún dista de ser rentable ya que desde su arranque acumula unas pérdidas de 1,87 millones de euros, además del piloto como inversor, están Alberto Fernández Albilares, su amigo de la infancia y Luis García-Abad, su representante y hombre de confianza dentro y fuera de la pista, como apoderado.

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La de Kimoa es solo una de las caras de su paulatina transformación de deportista de elite a empresario. También se ha involucrado en la compañía Motorsport Games, donde ocupa un puesto en el consejo de administración de la división de deportes, electrónica y videojuegos de la poderosa Motorsport Network.

Alonso, que fue el primer piloto de Fórmula Uno que puso en marcha su propio equipo de eSports, el FA Racing Logitech G, solo en el año 2017 ganó cerca de 29 millones de euros entre sus contratos de patrocinio y su salario en McLaren, y ha sabido invertir su fortuna.

En el año 2015 inauguró un complejo de karting y un museo dedicado a su figura en Asturias. Costó cerca de cinco millones de euros, pero desde entonces los asturianos gozan de 95.000 metros cuadrados dedicados a la velocidad. El lugar está bajo el paraguas de la Fundación Fernando Alonso, por lo que no se puede saber si económicamente le está resultando rentable. Una pista en este sentido la puede dar el reciente 'pelotazo' de Alonso en China, a donde va a exportar su circuito al menos en 40 ciudades.

Este buen momento en lo profesional se une también a su relación estable que dura más de dos años con Linda Morselli. Aún no están casados, pero todo apunta a que su noviazgo va en serio, rumores de embarazo incluidos.

La expectación surgía hace una semana cuando la modelo subía una foto que hizo despertar las sospechas. Sin embargo, ella misma lo desmentía tras la repercusión que tuvo la foto. "No estoy embarazada, no he bebido cerveza, no he comido coliflor", escribía en su Instagram, con un toque de ironía.