Así fue la infancia de Luis Tosar: de una aldea remota a la influencia de su profesora de Literatura

Para el espectador, Luis Tosar es cada uno de los personajes que ha interpretado, y que ya superan los 60. Cuesta definir su esencia, esa que se construye en los primeros años de su vida, rodeado de personas y en lugares decisivos. Siempre discreto con su vida privada, salvo su origen gallego, poco se conoce de su infancia y de sus primeros pasos en la actuación. Te contamos cómo era el aclamado actor, ganador de tres Goya, antes del éxito y el reconocimiento.

Luis Tosar, hijo de un sastre y un ama de casa, nació en octubre de 1971 en Xustás, una diminuta aldea de la comarca lucense de Cospeito, a orillas del río Miño. Aunque con año y medio se fue a vivir a Lugo, en vacaciones siempre volvía a aquel lugar remoto y alejado del mar.

Estudió Primaria en el colegio de Maristas de la capital lucense, situado al lado de la muralla romana, una estampa que le evocaba Nueva York. Sí. “Cuando aquel imponente muro de piedra era invadido por la niebla, Lugo se convertía en una ciudad salvaje”, relató Luis Tosar en ‘Camino a casa’, programa de La Sexta .

Después de esta primera ensoñación, buscó dónde recrear otras realidades. Su primer contacto con la actuación fue en el colegio de monjas de su hermana. Esta participaba en un grupo de teatro y, además, organizaba tómbolas. Para entrar con un amigo, aprendió a tocar la guitarra y a bailar breakdance.

El cine en la televisión fue otra referencia de su infancia. Disfrutaba viendo en compañía de su padre los wésterns de tarde. Y cuando emitían ‘La isla del tesoro’ soñaba con convertirse en el pirata Long John Silver.

Luego, Luis Tosar pasó a estudiar bachillerato en el Instituto Nosa Señora dos Ollos Grandes, un lugar decisivo donde dio forma a sus sueños. En COU su profesora de Literatura, llamada Mavisa, le hacía leer novelas en voz alta, y eso le gustaba. Se matriculó en Historia en Santiago de Compostela y empezó a trabajar en compañías de teatro.

Luis Tosar, padre de dos hijos de su relación con María Luisa Mayol, ha confesado a ‘El Mundo’ que la vena artística le vino de familia: “Éramos todos chistosos y cantarines”. Su hermana formó un grupo de pop y su padre “entonaba coplillas” mientras trabajaba con la aguja de coser, recordó.