Chenoa y Miguel Sánchez Encinas, en cifras: el patrimonio inmobiliario de la expareja en Madrid

El 17 de junio de 2022, la finca Comassema, en Mallorca, fue testigo del enlace entre Chenoa y Miguel Sánchez Encinas. Una boda celebrada por todo lo alto, tras tener que posponerla por la pandemia, que unía en matrimonio a esta pareja que daba este paso de lo más enamorados. Sin embargo, su amor no ha durado más de año y medio.

Tal y como confirmaron varios medios a lo largo del fin de semana, la cantante y el médico no superaron el último bache en su relación y finalmente, hace tiempo, decidieron poner punto y final a su matrimonio. Una noticia que ha trascendido en las últimas horas sin más detalles. Se les rompió el amor, que diría la Jurado.

Por lo pronto, lo que sí sabemos por fuentes cercanas a los protagonistas es que ha sido una ruptura amistosa, de mutuo acuerdo, y que su relación, aunque diferente, sigue siendo buena. En este marco, por tanto, es lógico pensar que en el reparto de sus cosas también ha habido quorum. Sin casas ni empresas que dividir, tal y como ha podido saber Vanitatis, el divorcio se plantea más sencillo de lo habitual en parejas tan conocidas como esta.

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C. V.

Inversiones por separado

Chenoa, con una carrera de más de 20 años a sus espaldas, ha sabido cómo invertir los beneficios de su paso por la industria de la música y el espectáculo. Aunque saltó a la fama tras su exitoso paso por la primera edición de ‘Operación Triunfo’, en 2001, lo cierto es que la argentina orientó su carrera también por otros caminos que le han sido igual o más lucrativos que el de la música. Y eso que algunos de sus temas se han convertido en auténticos himnos de una generación.

No obstante, su fichaje por algunos formatos televisivos de gran éxito en algunas de las cadenas más importantes del país la han alzado como uno de los nombres imprescindibles de la pequeña pantalla. Lleva varios años como jurado de ‘Tu cara me suena’, también ejerció de investigadora en ‘Mask Singer’ y ahora presentará la nueva edición del talent que disparó su carrera. ‘OT’ vuelve en apenas unos días a nuestras vidas, esta vez de la mano de Prime Video. De hecho, en la presentación este miércoles será cuando veamos a la artista comparecer ante la prensa tras anunciar su divorcio.

Una carrera, como decíamos, tan larga como prolífera que le ha permitido acumular un patrimonio económico bien invertido en bienes inmuebles.

Tal y como ha podido saber Vanitatis, Chenoa tiene a su nombre un coqueto apartamento en Majadahonda que adquirió en febrero de 2018. Con algo más de 134 metros cuadrados y ubicado en una cómoda urbanización donde también posee dos plazas de aparcamiento, fue ahí donde la cantante pasó el confinamiento. La vivienda está distribuida en tres dormitorios, dos baños, cocina con tendedero, comedor y un amplio salón de lo más luminoso.

En cuanto a sus empresas, la cantante aparece únicamente como socia mayoritaria de La Canastita Azul SL, con un activo total en 2021 de 1.323.228 euros. Constituida en 2002, María Laura Corradini Falomir, su nombre real, aparece ligado a esta empresa desde el 2012.

Está dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia y cuenta con multitud de propiedades a su nombre. Entre ellas, un apartamento de algo más de 100 metros cuadrados en el madrileño barrio de Arganzuela con plaza de aparcamiento y trastero, dos plazas de garaje en el centro de Barcelona, otro piso de más de 150 metros cuadrados en la misma zona de Majadahonda donde ella reside y demás propiedades distribuidas por la geografía española.

Por su parte, su ahora exmarido, el urólogo madrileño Miguel Sánchez Encinas, también ha sabido invertir el esfuerzo de su trabajo en ladrillo y posee una vivienda en la localidad de Pozuelo de Alarcón, próxima a la de la cantante.

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Helena Tomás

Médico titular en la clínica Ruber, no posee empresas a su nombre ni vinculaciones con ninguna sociedad, tal y como queda reflejado en el registro mercantil.

Aunque sin duda el reparto de los bienes sentimentales será lo más difícil de abordar, al menos, en el plano más pragmático, su separación será más sencilla de lo esperado.