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Gustavo de Arístegui: "Ni me he casado ni me he convertido al Islam"
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Gustavo de Arístegui: "Ni me he casado ni me he convertido al Islam"

Los rumores de toda índole han acompañado últimamente al portavoz de Asuntos Exteriores del PP. Y no, como cabría esperar, por asuntos relacionados con la política,

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Gustavo de Arístegui: "Ni me he casado ni me he convertido al Islam"

Los rumores de toda índole han acompañado últimamente al portavoz de Asuntos Exteriores del PP. Y no, como cabría esperar, por asuntos relacionados con la política, sino por temas de carácter personal. Según esas informaciones, Arístegui se casaba en Rabat con su novia marroquí Nadia en una boda fastuosa que nada tenía que envidiar a los cuentos de Las mil y una noches.

Derroche de luz y de color en una versión fina de lo que fueron las celebraciones nupciales de Farruquito, con más de cuatrocientos amigos para compartir su segundo “sí quiero”. Esas mismas gargantas profundas aseguraban que Nadia era familia directa del Rey Mohamed y que incluso el diplomático había tenido que pedir permiso al monarca para poder desposar a la novia. Estos comentarios y otros con más repercusión política han sido el pan de cada día. Algunos aseguraban que Arístegui jugaba con varias barajas, acusándole de atacar al gobierno de Marruecos y después celebrar su mega boda en Rabat.

Repetían sus últimas declaraciones en Radio Nacional, donde el portavoz de Exteriores popular se pronunciaba: “No es aceptable bajo ningún concepto que quieran dictar [el gobierno marroquí] la agenda política ni al jefe de la oposición ni a ningún político del territorio nacional, que es inviolable e innegociable”.

Ante estos ataques frontales, el diplomático, muy mosqueado, explicaba a Vanitatis su punto de vista: “¿Qué es lo inconciliable? ¿Que mi novia sea marroquí? ¿Que mi primera obligación sea defender a España y a los españoles porque ese es mi compromiso moral y político? Son unos desalmados aquellos que pretenden desacreditarme con estos bulos”.

La pregunta del millón es saber quién y por qué quería aguarle la fiesta y hacerle la cama. El propio Gustavo de Arístegui confirmaba a Vanitatis que no se casa. “Lo haré en un futuro, pero no este fin de semana. Será una ceremonia civil en España por el procedimiento y la legislación española. La fiesta del sábado es una reunión de amigos y familiares para que nos conozcamos y conozcan a Nadia. No me explico este revuelo y, sobre todo, la intención de algunos de hacer daño”.

El caso es que ha sido un fin de semana largo. La mayoría de los invitados eran familiares de Nadia y de Arístegui. También había un grupo más reducido de amigos de toda la vida del político. No hubo tour turístico. Cada uno hizo lo que le vino en gana. Algunos se desplazaron hasta Casablanca, otros pasearon por la ciudad o se quedaron descansando en el hotel. La supuesta mega fiesta se redujo a una cena familiar en casa de la madre de Nadia. Nada más.

Arístegui explicaba a Vanitatis que estaba estupefacto ante algunas de las informaciones que se han publicado. “Dicen que me he convertido al Islam o que Nadia tenía relación con la Familia Real; ese comentario puede hacerle mucho daño. Ella proviene de una familia burguesa de Rabat y nunca ha presumido de nada”. Aristegui da por zanjado el tema. Lo peor de todo esto es que los malvados están dentro de su propio partido. A José Bono le pasó algo parecido. 

Los rumores de toda índole han acompañado últimamente al portavoz de Asuntos Exteriores del PP. Y no, como cabría esperar, por asuntos relacionados con la política, sino por temas de carácter personal. Según esas informaciones, Arístegui se casaba en Rabat con su novia marroquí Nadia en una boda fastuosa que nada tenía que envidiar a los cuentos de Las mil y una noches.