La estrategia de Shakira para reventar la exclusiva de su beso
Después del beso de Iker Casillas a Sara Carbonero como broche final al triunfo de la selección en el Mundial de este verano, parecía imposible que ninguna
Después del beso de Iker Casillas a Sara Carbonero como broche final al triunfo de la selección en el Mundial de este verano, parecía imposible que ninguna otra pareja fuera capaz de superar ese momento. Y mucho menos que otro futbolista le arrancara el título de besador oficial al imponente portero del Real Madrid.
El artífice de este robo mediático ha sido su colega del Barça Gerard Piqué, al besar apasionadamente a Shakira el día que ambos celebraban en Barcelona sus cumpleaños. Durante meses negaron la evidencia, entre otras cosas porque Shakira aún mantenía su relación con Antonio de la Rúa, el novio de toda la vida, y Piqué también estaba ocupado afectivamente.
La estrategia para hacer público su romance ha sido casi de manual de agencia de comunicación. Primero fue filtrar la foto en la que aparecían en grupo con el ya famoso amigo de la camisa de cuadros, y después facilitar otras imágenes cariñosas que demostraban que ya eran pareja casi oficial.
Pique las colgó en su Twitter rompiendo así la exclusiva de unas imágenes que se valoraban en el mercado del colorín en una cifra cercana al millón de euros. A partir de ese momento, la búsqueda de unas fotos más reveladoras se convirtieron en la obsesión de muchos paparazzis. Y no solo por cuestiones económicas sino también como trofeo profesional.
Portada en la revista Caras
El lunes pasado por fin se pudo ver el beso apasionado de Shakira y Piqué ilustrando la portada de la edición colombiana de la revista Caras. La historia no tendría mayor importancia si no fuera porque el momento romántico sucedió en la casa del fotógrafo Jaume de Laiguana, lugar privado para celebrar la fiesta de sendos aniversarios y donde no había más cámaras que la de Shakira.
A los invitados –todos ellos íntimos- no hubo que requisarles imágenes entre otras cosas porque sabían que no era ni el momento ni el lugar. Por lo tanto no hubo filtraciones traidoras por parte de ningún amigo ni tampoco fotógrafos disfrazados de gin-tonic o canapé. Si se da por buena la necesidad de dar carta de normalidad al noviazgo, los que conocen el tema aseguran que fue la cantante la que dio permiso para que las fotos tuvieran un final público como fue la portada del semanario.
Casualidades de la vida coincidió también con la rueda de prensa de Piqué como imagen de Mango que sirvió como apertura de los informativos deportivos, además de los programas de entretenimiento. Shakira eligió al futbolista para que decorara con su presencia su vídeo del Waka-Waka, y de ahí su popularidad alternativa. De no haber existido esta relación seguramente habría sido otro varón bello el que se habría llevado el gato al agua.
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