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Las inspiraciones de Hergé para crear a Tintín: ¿el nazismo y la xenofobia?
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Las inspiraciones de Hergé para crear a Tintín: ¿el nazismo y la xenofobia?

“Tintín, c´est moi”. Esta frase, pronunciada por Leon Degrelle, fundador del partido fascista belga, le salió cara a Georges Remi, conocido por el pseudónimo de Hergé

Tintín, c´est moi”. Esta frase, pronunciada por Leon Degrelle, fundador del partido fascista belga, le salió cara a Georges Remi, conocido por el pseudónimo de Hergé y autor del famoso reportero.

Esta afirmación, que ponía de manifiesto que el creador se había basado en el oficial para dar vida a su protagonista, supuso un testimonio más que demostraba la estrecha relación de Hergé con el ideario nazi, la misma sombra que ha vuelto a ponerse sobre el tapete con el estreno de la película de Steven Spielberg, Tintín: El secreto del unicornio.

No solo despierta cierta curiosidad el parecido físico entre Tintín y Degrelle, sino que también destaca la importante inspiración que tuvo Hergé de la II Guerra Mundial para idear las aventuras de este referente del comique moderne.

Los primeros años de carrera profesional de Hergé los hizo muy próximos al nazismo de la época. El personaje de Tintín y su inseparable fox terrier, Milú, aparecieron por primera vez en 1929, publicado en un suplemento de Le Petit Vingtième, que pertenecía al periódico Le Vingtième Siècle, un diario utraconservador de orientación clerical y nacionalista.

Cuatro años después, en 1932, Hergé volvió a vincularse a un medio de corte nazi al ilustrar el libro Historia de la guerra escolar, escrito por Degrelle, donde éste realiza una apología de su ideología de extrema derecha y del nazismo.

Ni siquiera las biografías y libros que se han escrito sobre Hergé han podido despejar los claroscuros que han perseguido al autor.

Al panfleto anticomunista, según algunas opiniones, que supuso Tintín en el país de los soviets, se unió un segundo tomo, Tintín en el Congo, escrito en 1931, que volvió a poner a Hergé en el punto de mira. Esta historia fue acusada de ser un ensalzamiento del racismo y la xenofobia por la relación altiva del protagonista con los colonos.

De hecho, la Comisión británica para la Igualdad Racial pidió en 2007 que se impidiese la venta del cómic por resaltar “groseros estereotipos raciales”, coincidiendo con la decisión de la biblioteca municipal de Brooklyn de trasladar el tebeo junto a otras obras controvertidas como Mein Kampf, de Adolf Hitler, y Trópico de Capricornio, de Henri Miller.

La vida sexual de Hergé

Otro de los debates que han perseguido a Tintín desde su creación es la ausencia de un personaje femenino en todas sus historias. No existe ni una mujer que tenga un papel relevante en las aventuras del belga, lo que ha hecho que se recalque la orientación homosexual de Tintín.

No ha sido el único. Su autor, Hergé, también fue acusado de haber mantenido relaciones homosexuales en su adolescencia en el libro La vida sexual de Hergé, de Jean Bucquoy, que se intentó retirar del mercado a principios de los noventa.

Todas estas discusiones y polémicas no han impedido que Tintín sea considerado uno de los personajes de cómic más queridos e idolatrados por los lectores de medio mundo. Más de 200 millones de tomos vendidos así lo avalan. 

Tintín, c´est moi”. Esta frase, pronunciada por Leon Degrelle, fundador del partido fascista belga, le salió cara a Georges Remi, conocido por el pseudónimo de Hergé y autor del famoso reportero.