Mónica Hoyos, Maxi Iglesias y Mar Saura: triunfadores inesperados fuera de España

Hacer patria allende de los mares. Ese es el lema de muchos son los rostros conocidos que, en los últimos años, han encontrado la fama en otro país que no era España. Como muchos estudiantes y jóvenes que salen del país dispuestos a encontrar un futuro, muchos de nuestros famosos han probado, con éxito, fortuna en otros países. Los últimos en hacerlo son Mónica Hoyos y Maxi Iglesias, pero la lista es numerosa.

La que fuese la chica de Carlos Lozano, Mónica Hoyos, ha visitado estos días nuestro país y nos ha sorprendido con su éxito en Perú. También con sus declaraciones sobre la anorexia que sufrió cuando no era más que una adolescente. Su triunfo en el país sudamericano comenzó en 1997, cuando se fue allí a rodar la telenovela Gabriela. Lejos del país, el triunfo en aquel país la condujo a unos trastornos alimenticios que supusieron la parte más amarga de un éxito inesperado. Actualmente, ha rodado un corto en Los Ángeles y ha participado en El gran show, un programa de corte similar a ¡Mira quién baila!’. De momento, se va a quedar un mes y medio más allí hasta que su hija comience el colegio de Madrid en el que la ha matriculado.

Otro que triunfa bailando es Maxi Iglesias, al que la huida de nuestras fronteras le debe haber sabido a gloria tras el fracaso de audiencia de Toledo. La versión de ¡Mira quién baila!  de la cadena norteamericana en español Univisión, ha supuesto para él una segunda oportunidad. Conocido de sobra en nuestro país como ídolo púber a raíz del éxito de Física o Química, Maxi Iglesias vio cómo su entrada por la puerta grande en las series históricas se venía abajo. Y tras esa decepción, nada mejor que convertirse en un latin lover a la medida de la versión latina del programa que en nuestro país presentó Anne Igartiburu. Allí, en Estados Unidos, el joven demuestra que lo suyo también es bailar y , al igual que Hoyos, está encantado con su participación en el programa.

La que también lleva tiempo ofreciendo su talento a la televisión de otro país es Mar Saura. La Miss Barcelona de 1992 tiene 36 años y, aunque recientemente, regresó con éxito a la pequeña pantalla española con la serie Ángel o demonio, sigue reciente su triunfo en México, donde en 2010 participó en algunas de las telenovelas de mayor éxito del país. Capadocia y Mujeres Asesinas fueron los sugerentes títulos de unos culebrones que la llevaron a lo más alto. Fue considerada, incluso, latina del año junto al famoso William Levy. Parece que allí encontró un éxito que le era más esquivo en España.

No son los primeros ni serán los últimos

Hace dos décadas, Natalia Estrada era una de las presentadoras más populares de Telecinco. El programa Vivan los novios, que presentaba junto a Andoni Ferreño, se convirtió en símbolo para la que entonces era la ‘cadena amiga’. Pero en 1994, Estrada se casó con el italiano Giorgo Mastrotta, y se mudó a Milán. Su atractivo físico y su desenfado frente a las cámaras llamó la atención de la televisión italiana. Así, programas como Discoring o Anima mia la convirtieron en una de las caras más conocidas de la televisión de aquel país. Regresó en 2002 para presentar el concurso Armas de seducción, pero ni Telecinco era ya la ‘cadena amiga’ ni su rostro parecía tener hueco entre una nueva generación de presentadoras. Ahora sigue viviendo en el país transalpino y se dedica a la cría de ganado, viviendo en contacto con la naturaleza y consciente, como ha declarado a alguna publicación italiana, que la televisión que hacía “nunca volverá”.

Otro caso distinto es el de Victoria Abril. Francia la acogió cuando había triunfado en nuestro país como una de las musas renovadoras del cine de Almodóvar, para el que protagonizó Tacones Lejanos o Átame. De ella se esperaba el éxito en cualquier parte. Actualmente es grande su triunfo en el país vecino con la serie Clem, en la que interpreta a una madre que tiene problemas al enterarse del embarazo de su hija adolescente. Un paso más en una carrera cuya geografía es más la francesa que la española.

Los casos de Penélope Cruz, Javier Bardem, o Paz Vega nacen de una proyección nacional que se les quedaba pequeña. En su caso, no fueron las intentonas fallidas de triunfo patrio las que, como a Hoyos o a Mar Saura las llevaron a probar suerte en el extranjero. Y, a juzgar por los resultados, parece que la huida les salió bastante bien.