Jaime de Marichalar alterna con Sánchez Dragó y la 'izquierda caviar' en los Premios Loewe

Este miércoles fue un día importante para la casa Loewe. El Premio Internacional de Poesía que inauguró en su día Enrique Loewe, que acaba de ceder la herencia profesional a su hija Sheila, celebraba un cuarto de siglo. Acto que sirvió además para poner de manifiesto que la figura de Jaime de Marichalar, que trabaja para la marca, ha subido enteros en el panorama social y cultural de Madrid en los últimos meses.

Si antes la presencia del exduque de Lugo servía como aderezo y aparentemente resultaba sólo decorativa, ahora es todo lo contrario. Durante años Marichalar representaba la parte más frívola de la Casa Real, pero desde que estalló el escándalo Nóos y la sociedad tuvo conocimiento de las tropelías de Urdangarin, el exyerno se ha convertido en la estrella de las reuniones de cualquier tipo.

Este miércoles se mostró simpático, extrovertido y estuvo arropado por su íntima Marisa de Borbón. Mantuvo charla con muchos de los invitados demostrando que lo mismo alterna con la cúpula del PP en el Ritz, como ocurrió el martes, que con la ‘izquierda caviar’ al día siguiente. Con la cantante Ana Belén y la actriz Ángela Molina habló de teatro y series de televisión. También estaban presentes en el acto personajes de diverso perfil como Víctor Manuel, Luis Eduardo Aute, las presentadoras Marta Robles y Jose Toledo, Carmen Alborch o Carmen Valiño.

Al preguntar a Marichalar cómo se encontraba, explicó a Vanitatis con sorna que "muy bien gracias a Dios, aunque aún tengo molestias en la boca, porque acabo de tener sesión con mi dentista". En cuanto a sus hijos, afirmó que "están muy bien, creciendo y estudiando".

Un acto emotivo

A continuación del cóctel se celebró la presentación oficial del premiado Juan Vicente Piqueras, que dio las gracias a Enrique Loewe por la fundación que lleva el nombre de la casa y "sobre todo por invertir en la cultura española en vez de llevárselo a Suiza como hacen otros empresarios". Emocionó a los asistentes con sus palabras: "Si me pongo a dar las gracias os daría la comida, pero quiero concentrar mi agradecimiento en Miguel Ponce, mi maestro. Nací en una aldea en la comarca de Requena y mis padres y antepasados se han dedicado al cultivo de la vid. En mi pueblo no había estudiado nadie y había destinado para mí un futuro de campesino, pero no era mi sueño. Cuando yo tenia 11 años, mi maestro, Miguel Ponce, percibió mi vocación y se tomó la molestia de hablar con mi padre y decirle: ‘Fermín, tu hijo tiene que estudiar’. En casa no había dinero y Ponce se lo tomó como una cuestión personal. Se dedicó a buscar becas y mostrarme el camino de la cultura y por eso estoy ahora aquí recibiendo este premio de poesía. Reivindico a todos los maestros que han hecho posible que muchos niños llegáramos a amar la literatura".

Después, Luis Eduardo Aute le dedicó una canción, Atenas en llamas, que recordaba los días de verano en los que el cantautor y su familia compartieron noches con Juan Vicente Piqueras en su terraza de Atenas.

Entre los asistentes también se encontraba Luis Antonio de Villena, que fue el iniciador de estos premios junto con el patriarca de la saga Loewe, para el que tuvo palabras emotivas en este día de retirada. Estaban presentes por supuesto las hijas de Enrique, Olivia, Valeria y la heredera Sheila. Otros que no se perdieron el ágape, la mayoría representantes de la moda y de las letras, fueron Pedro Mansilla, Eduardo Mendicutti, Ignacio Elguero, Antonio Colinas, Genaro Talents, Josefa Parra, Félix Grande, Javier Sádaba, Angel Schlesser, Caballero Bonald, Benjamín Prado, el pintor Gustavo Torner -que durante muchos años fue el ilustrador de los pañuelos de Loewe- y Agatha Ruiz de la Prada, a punto de viajar a Buenos Aires, donde presentara su colección de artículos de cocina.