Raquel Sánchez Silva se recupera en Ibiza de la muerte de su marido, Mario Biondo

Raquel Sánchez Silva quiere huir de la atención mediática que se ha centrado en torno a su persona después de conocerse la trágica muerte de su marido, Mario Biondo, el pasado 30 de mayo. Para ello, la presentadora ha puesto rumbo a Ibiza en compañía de su madre, donde pasará unos días intentando desconectar y asimilar el duro trance por el que está atravesando. Allí, una vez que se instale, tal vez se traslade a Formentera donde Raquel y Mario tenían pensado celebrar el 21 de junio su primer aniversario de boda. 

Hace tan sólo una semana, la presentadora y su familia política cogían un avión con destino a Sicilia con la intención de dar su último adiós al cámara italiano. Éste recibió sepultura en el panteón familiar, en la mañana del pasado jueves 6 de junio, después de un largo proceso para hacerse con la documentación requerida para poder extraditar el cuerpo del gráfico de Masterchef de 36 años. Un día después de despedirse de su marido, Raquel Sánchez Silva regresó a Madrid, donde se reunió con responsables de Telecinco en los estudios de Fuencarral, para arrojar luz a su futuro profesional de cara a la próxima temporada, que se iniciará en septiembre presentando el reality Acorralados. 

Las circunstancias que rodean a la muerte de Mario Biondo continúan siendo un misterio. Si bien fuentes policiales confirmaron que el cámara falleció debido a un ahorcamiento, lo cierto es que la propia Raquel defiende que se trató de “trágico y desafortunado accidente”. La decisión de la presentadora de ponerse en contacto con los medios de comunicación a través de un comunicado de prensa se debió a que “las primeras informaciones publicadas, en ausencia absoluta de sensibilidad, no son ciertas”, aseguraba. Lo cierto es que, a pesar de lo expuesto por Raquel, siguen siendo muchas las dudas que rodean a este fallecimiento. 

La presentadora está atravesando los momentos más duros de su vida, por lo que ha decidido emplazar su sufrimiento en un escenario un tanto más alegre, donde podrán nacer las fuerzas para seguir adelante, aunque este duro trance pese de por vida sobre su espalda".