Encarnita Polo, tras la pérdida de sus ahorros: "Sigo empeñando joyas y vendiendo oro"

Un año después de descubrir que los ahorros de toda una vida, al ser una de las damnificadas por las preferentes deBankia, se habían esfumado, la situación económica de Encarnita Polo continúa siendo precaria. Víctima del drama de las preferentes, la artista sobrevive gracias a las joyas y el oro que pudo comprar en los mejores momentos de su carrera.

A la espera de que el próximo año se resuelva un problema que está en manos de su abogado, Encarna se ha visto obligada a desprenderse de parte de los recuerdos acumulados a lo largo de varias décadas de trabajo. “Mis amigos me dicen que medio Madrid podría ser mío y sin embargo, vivo gracias a las joyas que empeño y al oro que he vendido. Ahora que está a un precio más alto he aprovechado para hacerlo. Me ha dado mucha pena porque son mis recuerdos, pero hay gente que está peor.Yo, por lo menos, puedo ir tirando”, comenta la artista.

Una solución a corto plazo, pero que tendrá que resolver el problema económico si algún día quiere recuperar las piezas de su joyero. “Si quiero salvar las joyas tengo que pagar un 20% de intereses, por lo que cada vez me veo más endeudada.Voy tirando con algunas galas que van saliendo y algunas presentaciones que hago de vez en cuando”.

La artífice del famoso Paco, Paco, jamás se imaginó que pasaría por un trance así. Sin embargo, sus fuerzas no han decaído y está dispuesta a seguir luchando por que le devuelvan lo que es suyo. “He pasado un año regular, pero no he tenido que tirar de nadie: ni de familiares, ni de amigos.Mientras yo pueda sola, no pediré ayuda”.

El sueño de la cantante era, con los ahorros acumulados, comprase en piso pequeño y confortable en Madrid. Sin embargo, la nueva situación económica no solo le ha impedido hacer realidad su deseo, sino que ha tenido que abandonar el domicilio en el que vivía de alquiler y trasladarse a otra casa más modesta y barata. “Me era imposible pagar los 1400 euros que me costaba mi casa y no me ha quedado otro piso”.

Encarnita Polo no desfallece y convencida de que el tiempo le dará la razón, se refugia en algo que asegura nadie le puede robar: “Tengo salud y fe y con eso voy tirando”.