Nos colamos en el bautizo del hijo de Kike Sarasola y Carlos Marrero

Kike Sarasola y Carlos Marrero celebraron el pasado viernes, 20 de mayo, el bautizo de Kike, su segundo hijo, rodeados de la familia y los amigos mas íntimos. Unas 30 personas que antes de la liturgia religiosa compartieron un almuerzo en casa de la que fuera presidenta de González Byass Chon Gómez-Monche, que fue una de las madrinas. Los padres quisieron que el bebé tuviera cuatro padrinos: Alejandro Marrero, sobrino de Carlos, Ignacio González y Teresa Ley, además de la ya citada Chon.

El empresario ha explicado a Vanitatis que fue una ceremonia muy emotiva. "Kike es muy tranquilo y está muy espabilado para los seis meses que tiene. No lloró en ningún momento y parecía que estaba pendiente de todo. Físicamente se parece mucho a mí, pero con ojos azules, y Aitana [su primera hija] a Carlos. Aunque Aitana en carácter es más como yo, muy mandona. Y Kike, por lo que vamos viendo, es más parecido a Carlos, que tiene mucha paciencia".

El bebé lució el día de su bautizo el mismo vestido de cristianar que han utilizado los Sarasola por tradición. "Es el que llevamos mi hermano y yo". La abuela María Cecilia Sarasola, feliz con la llegada de su segundo nieto, ha sido la encargada de custodiar el faldón hasta el momento del bautizo. "También lo usóAitana", cuentan orgullosos los padres.

La otra protagonista de la ceremonia fue sin duda Aitana, que llegó a la vida del matrimonio hace cuatro años. "Por ahora no tiene celos y está encantada con el bebé. Lo quiere cuidar a todas horas y ejerce de hermana mayor".

Un proyecto de vida en común a largo plazo

Sarasola y Marrero llevan 23 años juntos y los dos hijos han sido la consecuencia de ese proyecto de vida en común. "Estamos felices. Los niños son maravillosos y de haber sabido la alegría y satisfacción que dan, los habríamos tenido antes. Es lo mejor que he hecho en mi vida", cuenta Sarasola, que desde el primer momento en que decidieron que su primera hija fuera a través de una maternidad subrogada quisieron compartirlo públicamente. "No tenía sentido esconder las buenas noticias", explicaron en su día.

La pareja organiza bien la cuestión de la conciliación familiar. "Procuramos que siempre se quede uno con ellos y si los viajes son de varios días, nos vamos los cuatro. Es un lío, pero nos gusta estar juntos", explica.

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La pareja continúa con éxito la expansiónempresarial. Tienen ya 23 hoteles y acaban de abrir recientemente cuatro más que por supuesto llevan nombres de amigos. "Hemos abierto el tercero en Barcelona, el segundo en Miami y en Málaga, y el primero en Milán, en el Duomo. Se llama Julia y lo ha decorado nuestra amiga Patricia Urquiola, que ahora mismo está considerada como la top en el mundo del interiorismo. Estamos felices con nuestra vida personal y con la profesional. Aitana y Kike son el gran regalo", concluye el padre feliz.

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