La boda campera de Laura Madrueño, al detalle: "El dress code era estilo Balmoral"

Tan solo tres meses después de protagonizar una de los enlaces más originales de la temporada, subida en un barco en alta mar, Laura Madrueño ha vuelto a darse el ‘sí, quiero’ con su pareja Álvaro Puerto este pasado fin de semana mediante una boda campera. La pareja renovó sus votos en una finca en la sierra, rodeada de vacas, ovejas y caballos, de la que desconocemos la ubicación, pero hemos podido conocer todos los detalles del enlace de la mano de la presentadora.

“Esta segunda boda la teníamos planeada desde el principio. La boda en alta mar era la ilusión de mi vida, pero casarse en un velero implica que la boda sea muy exclusiva, para pocos invitados, sobre todo, porque fue un fin de semana a bordo en los veleros todos juntos. Así que teníamos pendiente hacer una celebración para toda la familia y amigos que no pudieron venir a Formentera”, nos confiesa.

El enlace, aunque con mayor invitados que el anterior y, de nuevo, un carácter familiar, íntimo y privado, adquirió un aire más desenfadado y festivo gracias a la incorporación de música en directo al aire libre, que corrió a cargo del reconocido grupo La La La Band en el aperitivo y Mr. Chank Dj en la fiesta. “Nos encanta bailar salsa y twist”, afirma la presentadora a Vanitatis.

Tras un primer modelo nupcial de cuello redondo, silueta sirena y espalda al descubierto firmado por Yolancris, Laura Madrueño volvió a confiar en la reconocida marca barcelonesa para su segunda boda. En esta ocasión, quiso reinventar el clásico vestido mediante un dos piezas en tonalidad blanco roto de lo más original.

El estilismo, compuesto por un crop top sin mangas, cuello redondo y bajo cruzado y una falda midi acampanada de aires vintage con unos bordados espectaculares, fue acompañado por unas llamativas botas de caza de caña alta de Rey Pavón, realizadas, en clásica piel británica, a conjunto con las del novio.

Además, decidió complementar su estilismo nupcial con accesorios de lo más personales. “Elegí un ramo compuesto de margaritas y frambuesas diseñado por Fronda. Las margaritas porque nuestras madres se llaman así, y las frambuesas por mi amor por la huerta, donde tengo un montón de frutos rojos. He intentado llevar este detalle al pelo natural, peinado por mí misma, a través de un tocado compuesto por las mismas flores. Las joyas, como siempre, son de Yanes, que son para mí como de la familia, es más, nos regalaron las alianzas en oro rosa; al igual que Shiseido y mi maquilladora Sonia Lobo.”, desarrolla Laura.

Con la ayuda del equipo de Miluca Eventos, la pareja consiguió trasladar esa esencia campestre más allá de sus looks, llegando desde la decoración al menú y pasando por el dress code de los invitados. “Les pedimos que se rindieran al estilo Balmoral en tonos pardos”, comienza a desarrollar la periodista.

“Para la comida colocamos unas mesas largas de madera maciza en las que los invitados se sentaron en fardos de paja, cubiertos con telas. Todo ello decorado con platos de mimbre y servilletas de cuadro vichy rojo. Los centros de mesa se componían con ramas de olivo y laurel, manzanas rojas y frambuesas”, continúa.

"El menú lo realizamos a medida con La Alhacena de Laura con nuestros aperitivos favoritos de toda España: desde patatas revolconas con torreznos de Gredos, gildas de San Sebastián, jamón de bellota de Guijuelo… De la bodega se encargó mi padre, ya que tenemos la tienda de vinos y destilados más antigua de Madrid, Licores Madrueño", finaliza.

Una boda llena de detalles personales, que esconde un significado muy especial para el matrimonio, según nos confiesa la presentadora: “Toda mi vida he estado muy unida al campo y la alta montaña. Ahora comparto también esa afición a la montaña con mi pareja y para nosotros era muy especial hacer esta celebración en el campo”.

Después de pronunciar dos veces el ‘sí, quiero’ en tan solo tres meses, Laura Madrueño y Álvaro Puerto tienen claros sus planes de futuro: “Nuestra ilusión es ir juntos a Japón de luna de miel, porque mi marido es arquitecto y es uno de los países que más le han influido en su carrera”.