La boda de Macarena y Jose: amor, tradición y un vestido con historia

Cuando Macarena Ferrández se probó por primera vez el vestido de novia de su madre, supo que aquel diseño de hace 30 años estaba destinado a escribir un nuevo capítulo. Y así fue. La médico residente de Anestesia y su pareja, Jose Sanjaime, técnico de marketing y comunicación, se dieron el "sí, quiero" el pasado 24 de mayo en la Iglesia Parroquial San Jaime Apóstol de Moncada, en Valencia. La celebración tuvo lugar en la elegante Masía de Xamandreu, en Godella, bajo un sol perfecto y rodeados de los 250 invitados que no quisieron perderse una boda en la que cada detalle respiraba autenticidad.

Una historia de película (y de carretes revelados)

La suya no es una historia cualquiera. Macarena y Jose se conocieron gracias a una amiga en común y a una fotografía revelada en casa. Literalmente. Lorena, amiga de ambos, pidió a Jose que revelara un carrete analógico en el que aparecía Macarena. Fue amor a primera vista. Desde su primera cita en noviembre de 2020 hasta su boda han pasado cuatro años y medio de relación marcada por los pequeños gestos y las grandes emociones, como la pedida de mano en Los Molinos, el pueblo de la abuela de la novia. Allí, Jose le propuso matrimonio frente a la Virgen del Espino, tras una excusa fotográfica que ella jamás olvidará.

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A. E.

Un vestido con alma y una mantilla con legado

El vestido de novia fue, sin duda, uno de los elementos más especiales del gran día. Diseñado originalmente por Isabel Bonillo para la boda de los padres de Macarena, fue restaurado por la misma modista para esta segunda vuelta al altar. La novia decidió mantener su esencia: sin encajes, sin bordados, con una espalda abotonada y escote cerrado. “Como si me lo hubieran hecho a medida”, confiesa.

La mantilla fue otro guiño familiar: una joya heredada de su tía Mónica, que añadió una capa de tradición y belleza serena al conjunto. Los pendientes, de estilo vintage, fueron una elección muy personal de una tienda de Toledo especializada en reproducciones históricas, y los zapatos de Uniqshoes combinaron estilo con comodidad hasta el final de la fiesta.

Jose, por su parte, cumplió el deseo de Macarena de llevar chaqué. Lo encargó en Olegario, la camisería tradicional de Valencia a la que su abuelo ya acudía, y eligió un tono azul medianoche con chaleco beige y corbata clara. Completó el look con un pañuelo a juego. “Estaba guapísimo”, dice ella sin dudar.

Una ceremonia cargada de emociones

La misa fue especialmente significativa, no solo por celebrarse en la misma iglesia en la que se casaron los padres del novio, sino también por contar con la presencia de la Virgen de los Desamparados en el altar. La ceremonia fue oficiada por Don Pablo Villarroya, amigo de la pareja, y musicalmente acompañada por la Coral de Moncada y la soprano Aurora Peña, que emocionó a todos con su voz.

Hubo espacio para las sorpresas: los anillos no los llevaron niños de arras, sino el abuelo de Macarena y la abuela de Jose, y a la salida de la iglesia, los invitados fueron sorprendidos por una espectacular mini-mascletà de Caballer Fx.

Una celebración con sabor valenciano

La Masía de Xamandreu fue el enclave perfecto para una fiesta cuidada al detalle. La pareja organizó un cóctel largo con guiños gastronómicos a su tierra: all i pebre, esgarraet, fartons con foie, buffet de quesos, sushi y un cortador de cecina de León gracias a un sorteo afortunado. El grupo Tremendo Trío animó el “tardeo” antes de la discomóvil, en la que Tulum Eventos, con el DJ Rubén al frente, transformó la noche en una auténtica verbena fallera.

Los invitados disfrutaron de un ambiente distendido y alegre, potenciado por una decoración floral diseñada por Flors Alós en la que no faltaron las naranjas, los botijos con “palometa” ni los pañuelos falleros. El seating plan, ilustrado por la propia novia, giró en torno a “nuestros planes favoritos”, con nombres de mesas ligados a los invitados.

Momentos para recordar

Macarena se preparó en casa de sus padres, acompañada por su familia más cercana. El maquillaje corrió a cargo de su amiga de la falla, Lolita, y el peinado fue obra de Isabel Martínez, la peluquera de confianza de la familia. El ramo, un capricho floral de gerberas blancas, paniculata y olivo, incluía medallas de las vírgenes del Pilar y de la Esperanza Macarena como homenaje a sus abuelas.

El primer baile fue compartido con sus padres al ritmo de “Robarle tiempo al tiempo”, de Café Quijano, y luego, solo para ellos dos, “Colourblind” de Ed Sheeran, el cantante favorito de la novia.

El consejo de Macarena

“Que no pierdan el foco de lo verdaderamente importante: casarse. Es fácil agobiarse con los detalles, pero no hay que olvidar que ese día se trata de prometerse amor para toda la vida”. Y ella lo hizo de la forma más bonita posible: rodeada de tradición, detalles personales, familia y un vestido con historia.