Mercadona tiene el truco definitivo para dejar tu ropa limpia y desinfectada sin lejía

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• El desinfectante estrella de Mercadona para limpiar fácilmente la suciedad acumulada en tu baño

La sensación de poner una lavadora y que la ropa siga oliendo extraño es un problema más frecuente de lo que pensamos. Con los tejidos técnicos, los lavados cortos o el uso de agua fría para ahorrar energía, a veces la colada no queda tan fresca como debería. Por eso, cada vez más hogares recurren a soluciones específicas para reforzar la higiene textil y evitar la proliferación de malos olores.

En esa línea, Mercadona comercializa un desinfectante textil sin lejía que elimina el 99,9 % de los gérmenes, según informa la compañía. Su función es actuar como complemento del detergente habitual: no sustituye el lavado, pero sí contribuye a que las prendas salgan más limpias e higienizadas. Está especialmente recomendado para ropa deportiva, toallas, piezas escolares y textiles que se humedecen con frecuencia —los que más sufren el olor persistente—.

El modo de uso no puede ser más sencillo: se añaden tres tapones en el cajetín del suavizante, se selecciona el programa habitual y listo. Mercadona destaca que funciona también en ciclos fríos, lo que permite mantener las prendas delicadas en buen estado sin renunciar a la higiene. Al no llevar lejía, es compatible con ropa blanca, clara y oscura, y evita los problemas que pueden aparecer con productos más agresivos.

Otra ventaja, según detalla la cadena, es su aportación al aroma final: potencia el olor del detergente y deja una sensación fresca y duradera. Esto lo convierte en una opción útil también para textiles del hogar —como la cama de las mascotas o la ropa de cama—, que suelen acumular bacterias y humedad sin que lo notemos.

El producto, bajo la marca Bosque Verde, se presenta en formato 1 litro y tiene un precio de 2,10 euros por unidad. Una propuesta que se suma a la tendencia actual de apostar por productos que no solo limpian, sino que también aportan tranquilidad y bienestar al vestir.

Porque una colada perfecta no es solo cuestión de suavidad: también de higiene. Y pequeños cambios en la rutina pueden marcar la diferencia en la ropa que utilizamos cada día.