¿Por qué la alfombra roja de Sundance le sienta tan mal a Nicole Kidman?
En realidad, Nicole Kidman no es la única que sufre los rigores de una alfombra roja tan hipster y alternativa que parece que está hasta mal
Entre estas dos fotos solo media una semana de tiempo. Pero la diferencia es brutal. Para empezar, Nicole tendría que haber apostado por un maquillaje más luminoso. La base mate le envejece el rostro. Y sí, tenía que haberse pasado bien las planchas, que ya tiene que saber a estas alturas que la humedad relativa del ambiente invernal va a llevar sus rizos (y en especial, sus pelillos en la frente) a nivel de electroshock.
Si jugamos a las siete diferencias en este look 'hipster' que últimamente luce el actor, encontramos pocas pegas. Pero una es fundamental: mientras que en el estreno de 'Unbroken' tiene el rostro perfectamente uniforme, en Sundance se ha olvidado de pedirle a su maquilladora que le retoque las rojeces que asoman sobre su nariz y sus mejillas. Y eso te echa años encima, querido Brad.
Es cierto que apuesta siempre por los mínimos y espera que la ropa de su amigo Nicolas Ghesquière haga el resto. Pero hay momentos en los que se arregla un poco más y el resultado es sublime, como en el estreno de 'Noé' el año pasado, con ese recogido y ese 'earcuff'. En Sundance se ha limitado a cepillarse el pelo, darse un toque de color en los labios y un poco de máscara en las pestañas. Vamos, lo que hacemos casi todas para ir a trabajar a diario pero en versión mujer bellísima: en su caso, esfuerzo cero.
Se ha olvidado de llevarse al equipo de peluquería y maquillaje, Y el estilista brilla por su ausencia. Sundance es informal, ya nos hemos dado cuenta, pero es que en Sundance a la protagonista de 'Como conocí a vuestra madre' y las películas de 'Los Vengadores' no se le ven ni los ojos. ¡Parece una persona normal!
Está monísima siempre, pero está claro que en los eventos importantes se da un poco más de maña con el pelo y añade algún que otro detalle fashion, como un vestido con escote buenavista. Y pasa por la peluquería antes. ¡Esas raíces no puntúan como cabello 'ombré' en absoluto!
El corte es arriesgado, aunque no estamos seguros de que realmente le siente bien a su rostro cuadrado. Lo que más ilusión nos hace de todo es que la foto de Sundance se la hicieron en un evento de la firma española Uno de 50, que está desembarcando en Estados Unidos. Por lo demás, las diferencias entre los días que se arregla y los eventos informales es tan clara que no vamos ni a analizarla.
La novia de Sam Rockwell tiene el rostro ligeramente desconfigurado en Sundance. Probablemente, porque no pensó que tenía que pasar por la consulta de su dermatólogo con al menos un mes de antelación para actualizar los rellenos en los pómulos. Y parece que se ha puesto el sombrero para disimular un 'bad hair day'.
Si hubieras contratado a un estilista en condiciones, querida Margot, te habría dicho que se llevan las camisas blancas, sí, pero con cuellos desmedidos de los años 90. Y ese moño que te has hecho cinco minutos antes de salir de la habitación del hotel es gracioso para ir al gimnasio, pero la alfombra roja de Sundance no se lo merece. ¿O sí?
Si no sabes qué hacer con tu pelo, la solución es muy sencilla, pasa por la peluquería. Por muy pequeño que sea Park City, seguro que hay una cerca de tu hotel. Lo que sea con tal de no presentarte en el estreno oficial de tu película como si te acabaras de levantar de la cama del hospital. Al menos ha sabido colocarse bien las pestañas postizas.
Cuando se arregla es todo un espectáculo. No precisamente de elegancia, pero al menos le echa horas, originalidad y esfuerzo. En Sundance lleva una melena que no está mal de color ni de textura. Y el rojo le sienta bien. Pero eso es todo lo bueno que podemos decir de su look.
La supermodelo metida a actriz se ha pasado al corte 'bob' de moda, pero su aspecto ha tenido días mejores. Como es guapísima, lo sigue siendo aun sin maquillar. Y nos ha costado encontrar un look en el que la ropa acompañara dignamente al resto del conjunto. Pero en Sundance parece que está acudiendo a la reunión de padres del colegio de su hija imaginaria.
La española es de lo más potable de esta sucesión de actrices. Aunque se ha dejado llevar por el espíritu relajado del evento y no ha conseguido niveles de otras ocasiones.
Mejora notablemente cuando la visten, la peinan y la maquillan otros. Aunque puede ser que esta vez también haya sido así.
Se ha pasado con las pestañas postizas y la máscara, y el pelo está un poco demasiado electrificado. Para quienes crean que la cómica estadounidense va siempre de andar por casa, hemos seleccionado su aparición en la gala del MET. Estaba espectacular.
De acuerdo, ya no es la reina de la modernidad, pero al menos en otras alfombras rojas se esmera más con el pelo. Y ha procurado hacerse un tratamiento facial iluminador antes de aparecer en público.
Si la dejan sola, se acaba disfrazando de gótica de los 90. Es demasiado joven para tomar esas decisiones cuando se trata de alfombras rojas, así que mejor que se deje aconsejar. Porque incluso cuando intenta hacer el mismo peinado que en otras ocasiones, el resultado es mucho menos pulido.
¿Por dónde empezar? Sí, por las extensiones acaracoladas de pelo de muñeca Barbie de tamaño natural que parecen formar parte de la cabeza de otra persona. Y seguimos por ese maquillaje que se mete en los poros y demuestra que su piel necesita urgentemente un facial. Pero esta vez podemos asegurar que la culpa no es de Sundance. Las pruebas, en la siguiente imagen.
A las pruebas nos remitimos: en los British Fashion Awards del pasado mes de diciembre, el maquillaje era incluso peor. ¿Por qué no se ha exfoliado los labios antes de pintarlos?
En realidad, Nicole Kidman no es la única que sufre los rigores de una alfombra roja tan hipster y alternativa que parece que está hasta mal visto que la gente se arregle. Brad Pitt, Margot Robbie, Jennifer Connelly, Cobie Smulders, Malin Ackerman, Brooklyn Decker... Todos reducen al mínimo sus estilismos y cuidados en Sundance. Y vale que en Utah hace mucho frío en enero. Pero seguro que merece la pena viajar con los consejos de una buena estilista apuntados en el móvil. O con una amiga que sepa arreglarte el pelo. O con un neceser con los mínimos básicos de maquillaje para lanzarte ante los focos. Porque en la cita del cine independiente por antonomasia hay tantos fotógrafos como en cualquier otro evento de estas características. Y, sin embargo, las estrellas rutilantes de Hollywood palidecen y se vuelven vulgarmente humanas cuando pasean por la minúscula localidad de Park City en la que Robert Redford estableció el festival con el que rinde homenaje a su personaje en 'Dos hombres y un destino'.
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