Estelle de Suecia, la gran protagonista en el día de Victoria

Por mucho que sea la futura reina del país, Victoria de Suecia sabe que su protagonismo disminuye considerablemente en cualquier acto en el que estén sus hijos, especialmente cuando está la princesa Estelle, que hace gala de su espontaneidad en cualquier situación. Y este martes no ha sido una excepción, cuando Victoria de Suecia ha sido la homenajeada durante las celebraciones del llamado Día del Nombre. Es la gran oportunidad que tienen los habitantes de Estocolmo para echarse a la calle y felicitarla, ya que para su cumpleaños, el 14 de julio, la princesa suele estar en la isla de Oland pasando sus vacaciones.

Este festejo es toda una tradición en Suecia y da el pistoletazo de salida para la primavera, por lo que está marcado en rojo en el calendario de los más afines a la monarquía. Victoria ha estado acompañada de su marido, Daniel Westling, y sus dos hijos, Estelle y Oscar, en el patio del Palacio Real, donde desde una tarima han contemplado el desfile militar mientras se escuchaba la música de la banda en honor a la princesa heredera. Aunque todos han ido bien abrigados para protegerse de las bajas temperaturas, también han podido disfrutar del sol, que se ha convertido en un invitado inesperado de la fiesta.

La heredera sueca se ha dado un auténtico baño de multitudes. A pesar de que no es festivo en el país, muchos suecos han querido echarse a la calle para asistir a las celebraciones y agasajarla con aplausos y muchos regalos, entre ellos algunos ramos de flores que ha recibido con gusto. Mientras recogía los regalos y escuchaba piropos con una gran sonrisa, Victoria de Suecia no paraba de dar las gracias tanto en sueco como en alemán e inglés a todos los asistentes, de diversas procedencias.

Pero además de convertirse en su espontánea ayudante a la hora de recoger los ramos, Estelle de Suecia ha acaparado gran parte de la atención mediática, eclipsando así a la princesa Victoria. Incluso se ha atrevido a decir algunas palabras a los periodistas que le preguntaban por las celebraciones, afirmando que estaba "muy bien". Risueña y nada tímida, la niña parece controlar cada situación, por mucha prensa que haya frente a ella, algo a lo que está acostumbrada desde muy pequeña. Su hermano Oscar, por su parte, parece mucho más vergonzoso y ha estado pegado a su padre la mayor parte del tiempo, algo más temeroso del jolgorio y el gentío, entregado a la futura reina de Suecia.