Lalla Salma, fotografiada por primera vez fuera de Marruecos tras su polémico divorcio
Nunca, desde su divorcio del rey Mohamed VI, la princesa Lalla Salma, de 41 años, había sido fotografiada en el extranjero con sus dos hijos
Nunca, desde su divorcio del rey Mohamed VI, la princesa Lalla Salma, de 41 años, había sido fotografiada en el extranjero con sus dos hijos, el príncipe heredero de Marruecos, Moulay Hassan, de 16 años, y la princesa Lalla Khadija, de 12 años. Nunca hasta el miércoles pasado cuando fueron inmortalizados de compras en Nueva York rodeados de un grupo de guardaespaldas. Todos van muy elegantes y el heredero va perfectamente trajeado pese a estar de vacaciones.
El diario digital marroquí 'Goud', que dirige Ahmed Najim, publicó ayer jueves esta foto exclusiva que demuestra fehacientemente que, pese a su divorcio con el monarca alauí, en marzo de 2018, Lalla Salma viaja fuera de Marruecos con sus dos hijos. El semanario francés 'Gala' había dejado caer en julio pasado que la exesposa solo podía salir del país con uno de ellos porque el soberano retenía al otro para garantizar su regreso. Mohamed VI y Lalla Salma desmintieron conjuntamente, a través de un abogado francés, esa información. Ese mentís fue la confirmación implícita de que se habían divorciado. Algunos diarios afines a palacio hablaron entonces, por primera vez, de la exesposa.
Los hijos del rey de Marruecos gozan, aparentemente, de unas prolongadas vacaciones como su padre. Son tan largas que su estancia en Nueva York se desarrolla cuando, en teoría, deberían ir al colegio, sobre todo la princesa. En julio hicieron con su madre un crucero por el Egeo a bordo de un yate de lujo, mientras su progenitor navegaba por el Mediterráneo occidental a bordo del Badis 1, su nuevo velero. A finales de ese mes, ambos pasaron unos días en Rincón, cerca de Ceuta, en la residencia real de su padre al borde del mar.
Moulay Hassan fue además visto almorzando en Tánger en una hamburguesería de la cadena alemana 3hs, abierta este verano por Omar Azaitar, un deportista alemán de origen marroquí y amigo del monarca. A finales de agosto, los príncipes viajaron, por último, con su padre a Pointe Denis, en el estuario de Komo (Gabón), un lugar paradisiaco donde el soberano posee una mansión.
Desde que se consumó el divorcio, anunciado hace 19 meses por la revista '¡Hola!', Lalla Salma ha podido disfrutar de vacaciones con sus hijos en el extranjero en al menos dos ocasiones, pero nunca fue fotografiada. El año pasado ya estuvo en Grecia, aunque no hizo ningún crucero, y después cerca de Niza (Francia), desde donde fue de excursión a Portofino (Italia). Allí fue vista por una periodista marroquí que lo anunció en las redes sociales, pero sin distribuir ninguna foto que avalara su testimonio.
En Marruecos, Lalla Salma estuvo desaparecida desde diciembre de 2017, la última vez que fue vista en público inaugurando una exposición, hasta abril de este año. Entonces se pusieron en circulación unas fotos de muy mala calidad en las que se la veía cenar con su hija y algunas amigas de esta en un puesto al aire libre en la célebre plaza Jamaa Fnaa de Marrakech, el lugar más turístico de todo el país. La princesa era difícilmente reconocible, pero los testimonios de varios comensales marroquíes sentados en los alrededores aseguraron que se trataba de ella.
La presencia de Lalla Salma en ese lugar tan emblemático fue interpretada entonces como un intento de desmentir los rumores a los que había dado pie su desaparición. Algunos medios sensacionalistas extranjeros habían afirmado que se había visto obligada a exiliarse en EEUU y otros no dudaban en sostener que estaba encerrada a cal y canto sin ni siquiera poder ver a sus hijos.
Nunca, desde su divorcio del rey Mohamed VI, la princesa Lalla Salma, de 41 años, había sido fotografiada en el extranjero con sus dos hijos, el príncipe heredero de Marruecos, Moulay Hassan, de 16 años, y la princesa Lalla Khadija, de 12 años. Nunca hasta el miércoles pasado cuando fueron inmortalizados de compras en Nueva York rodeados de un grupo de guardaespaldas. Todos van muy elegantes y el heredero va perfectamente trajeado pese a estar de vacaciones.