Las lágrimas de Kate Middleton por culpa de su vestido de novia

Todos recordamos la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton como un día perfecto: novios felices y enamorados, cientos de elegantes invitados y una celebración emotiva y llena de amor. Sin embargo, los preparativos al enlace no fueron tan fáciles como puede parecer. Fue el 29 de abril de 2011 cuando el primogénito del príncipe Carlos y Lady Di le daba el 'sí, quiero' a Kate Middleton, su novia de toda la vida, en la abadía de Westminster.

Ya por aquellas fechas existía el llamado 'efecto Kate' y todos querían ver a la duquesa vestida de novia. Los rumores sobre quién diseñaría su vestido se sucedían día tras día, pero no había nada confirmado. Hasta que un día salió el gordo: 'The Sun' afirmó que Sarah Burton, directora creativa de Alexander McQueen, estaba siendo la encargada de crear el diseño. Aunque su nombre estaba en todas las apuestas, no fue hasta un mes antes del enlace cuando se confirmó de forma extraoficial.

Siguiendo las normas de la familia real británica, Kate Middleton llevó todo lo relacionado con su look nupcial con un total secretismo. Escapadas a su atelier vestida de incógnito, llamadas en clave y un contrato de confidencialidad que tuvo que firmar Burton no fueron suficiente para que no se filtrara la noticia. Esto supuso un gran disgusto para la ahora duquesa de Cambridge, quien no pudo contener las lágrimas cuando vio que la noticia estaba ya en todos los medios.

A pesar de la negación categórica de Sarah Burton, ya era demasiado tarde. Ha sido la experta en realeza Katie Nicholl la que ha contado en el documental 'Secrets of the Royal Dressmakers' que Kate se tomó muy mal esa filtración. Sin embargo, a un mes de la boda ya nada podía hacer. Así que ella y Sarah siguieron trabajando en secreto, aunque los reporteros no se separaban ni un minuto del estudio de la diseñadora para ver si las pillaban juntas.

El disgusto pasó y cuando Kate vio el resultado de su vestido, poco le importó que todos supieran que era de Sarah Burton. La duquesa de Cambridge brilló con un diseño con cuerpo de encaje francés de manga larga y motivos florales que estaba elaborado con capas de tul color marfil con un recorte de flores bordadas a mano por la Real Escuela de Costura. Tal era el secretismo que los propios trabajadores pensaban que confeccionaban un vestido para un drama televisivo del estilo de 'Downton Abbey'. Así que se desconoce quién filtró la información que hizo llorar a Kate.