La tiara Princesa, una joya de 50.000 euros que la reina Letizia solo ha lucido una vez

Fue un 15 de abril de hace cinco años cuando don Felipe y doña Letizia hicieron su puesta de largo como Reyes de España ante el resto de monarquías en la cena de celebración del 75 cumpleaños de la reina Margarita de Dinamarca. Para sorpresa de todos, la Reina española lució al fin en Copenhague la tiara Princesa, aquella que le regaló el Rey con motivo de su quinto aniversario de boda, en 2009, y que hasta entonces permanecía guardada en su joyero. En total, casi seis años de espera para que la diadema acabara cumpliendo su función: decorar la cabeza de doña Letizia, aunque fue tan solo unas horas.

Aunque todo el mundo conocía la existencia de la diadema desde hacía ya años, doña Letizia se negaba a llevarla en el contexto de una gran crisis económica. Y es que para nadie pasó desapercibido que en un momento económico díficil para el país el entonces Príncipe de Asturias decidiera desembolsar 50.000 euros. Así que decidió esperar el momento oportuno, y ese fue en 2015 cuando España ya vivía otra situación financiera y ella se había convertido ya en Reina tras la abdicación de don Juan Carlos y la consiguiente proclamación de Felipe VI.

Se trata de una joya imitando la flor de lis realizada en oro blanco y decorada con 450 brillantes y diez perlas, que fue realizada en 2005 por la prestigiosa familia Ansorena, proveedores de la Casa Real desde 1869. De sus talleres proviene también la gran tiara de la Flor de Lis, la más importante del joyero español. La tiara Princesa es desmontable y la flor de lis principal puede utilizarse como broche, algo que hace muy a menudo la Reina, tal como nos cuenta José Luis Sampedro, coautor de la obra 'Las joyas de las reinas de España'.

"El momento en el que se la regaló el entonces príncipe Felipe no era el más indicado por la crisis, por eso Letizia optó por ponerse solo la floral, que llamaba menos la atención. Quizá por eso no se la pone tanto, porque los medios de comunicación recordarían cuándo se la regaló y en qué momento estaba el país. No es lo mismo llevar una joya histórica y familiar, aunque tenga mucho más valor", nos cuenta.

"El gran matiz de esta diadema son las enormes perlas que tiene. Y es que las perlas si son de un tamaño considerable y buenas, como supongo que es al caso, tienen un valor infinitamente superior a las piedras. Además, el valor no crece en proporción al tamaño, su precio puede dispararse si superan cierta medida. Por ejemplo, en el lote de las joyas de pasar, el collar de perlas vale, él solo, más que el resto de piezas juntas", explica Sampedro

Llama la atención que desde que la luciera en 2015, la Reina no ha llevado nunca más esta tiara, y son muchos los que creen que puede que la esté guardando para que Leonor la utilice en sus primeros años de adulta: "Sobre esto, también el que la lleve o no la lleve puede depender de lo cómoda que sea o de cómo se adapte a los peinados", nos puntualiza el historiador.

Por su parte, Francisco Linares, responsable de la web 'Mis joyas reales', nos asegura que se trata de una tiara sencilla, si la comparamos con tiaras de otras casas reales. No tiene piedras de tamaño importante, quizás lo más destacable son las perlas. Lo cierto es que, aunque no sea una gran joya, la reina Letizia la defiende muy bien".