El misterio de la perla desaparecida de la reina Margarita durante su cena de gala en Alemania

Un enigma rodea la cena que tuvo lugar la noche de este miércoles en el palacio de Bellevue, en Berlín, durante el marco de la visita de Estado que Margarita II está realizando a Alemania. Desde que se quedó viuda en 2018, tras la muerte del príncipe Enrique, es su hijo y heredero Federico el que la acompaña en estos viajes internacionales. Quien se ha quedado en Dinamarca es la princesa Mary, quien se encuentra ejerciendo de jefe de Estado ante la ausencia de su suegra, ya que las leyes obligan a que siempre haya una cabeza estatal en tierras danesas, y desde hace unos años la australiana cuenta con este privilegio.

El primer día de la visita terminó con una cena de gala ofrecida por el presidente Frank-Walter Steinmeier y su esposa, Elke Büdenbender. A pesar del frío y para evitar cualquier contagio, el posado oficial se hizo en el exterior, a las puertas del palacio Bellevue. Fue allí donde vimos a una muy favorecida Margarita II, quien tiene 81 años, con un vestido de encaje verde con escote redondo y transparencias en las mangas. La reina sacó del joyero real varias piezas de gran importancia, si bien una de ellas sufrió un pequeño altercado.

Hablamos del broche que llevaba prendido del pecho, una pieza que estaba intacta en el posado exterior, pero que sufrió un percance en el interior de palacio. De nombre Pearl Poiré, este broche presenta una perla superior rodeada por diamantes haciendo ornamentos que terminan con cinco perlas en forma de lágrima colgadas. Pues bien, la perla central desapareció en el transcurso de entrar al palacio y empezar el besamanos, pues en las siguientes imágenes, en las que aparece Margarita sentada dado que tiene problemas en las piernas, no hay ni rastro de esa perla.

Desconocemos qué es lo que sucedió y si la propia Margarita o alguien de su equipo se dio cuenta de que faltaba una de las perlas de este valioso broche que data de 1825, cuando Federico Guillermo III de Prusia lo encargó como regalo de bodas junto a una tiara para su hija, la princesa Luisa, quien se casó con Federico de Holanda. Luisa le dejaría ambas joyas a su hija que llevaba el mismo nombre y que acabó convirtiéndose en reina de Suecia y Noruega. Su hija, también llamada Luisa, acabaría formando parte de la familia real danesa por su boda con Federico VIII, y desde entonces la tiara y el broche han ido pasando de reina en reina.

La reina lucía anoche la tiara a juego con el broche, que está formada por 8 perlas en forma de gota colgando de una estructura de arcos formados por diamantes. También lucía un collar y unos pendientes que fueron añadidos posteriormente por Luisa de Dinamarca a la parure, formando así un conjunto completo. El collar fue un regalo del Jedivato de Egipto, y de la misma pieza se extrajeron las perlas y los diamantes para crear los pendientes. Sin duda, unas joyas con mucha historia, por lo que sería una auténtica pena que esa perla del broche se hubiera perdido. Estaremos atentos a la próxima ocasión en la que Margarita lo luzca para comprobar si lograron dar con la perla.

La vuelta de las visitas de Estado

Las visitas de Estado están en pleno apogeo tras el parón que supuso la pandemia. Mientras Margarita II se encuentra en Alemania, Guillermo Alejandro y Máxima están de viaje de Estado en Noruega. Asimismo, la semana que viene los Reyes de España reciben al presidente de Italia, Sergio Mattarella, y unos días después serán ellos quienes se trasladen a Suecia para cumplir con una visita de este tipo. Eso no es todo. Está previsto que Felipe y Matilde de los belgas viajen a Italia a principios de diciembre y que los reyes de Holanda cumplan con una nueva visita de Estado ese mes, esta vez en Grecia.