Las vacaciones de Margarita de Dinamarca tras un duro año para la familia real danesa
La reina danesa inicia su descanso, acompañada por sus hermanas menores, Benedicta y Ana María, en el castillo de Graasten, después de enfrentarse a los rumores de abdicación
Margarita de Dinamarca ha comenzado su periodo de vacaciones, como de costumbre, visitando su retiro habitual favorito, el castillo de Graasten, la residencia veraniega de la familia real danesa, situado en un fiordo al sur del país. La soberana no ha acudido sola, sino que se encuentra con sus dos hermanas pequeñas, la princesa Benedicta y Ana María de Grecia. Con ellas ha posado a las puertas del palacio y nos ha regalado una fotografía entrañable en la que parece van a recuperar recuerdos y momentos de infancia.
La reina ha vivido un año complicado debido a los múltiples cambios sucedidos en la Casa Real danesa. Sus nietos se fueron a estudiar a un internado en Suiza; su hijo Joaquín permaneció en París con su mujer, Marie, más tiempo del previsto; el príncipe Federico dimitió como miembro del COI, y todo esto no hizo más que reavivar los rumores de su abdicación.
Por ello, Margarita de Dinamarca necesitaba un periodo de desconexión y ha vuelto al lugar donde veranea desde que era pequeña. Este castillo fue cedido por el Estado danés a sus padres, Federico e Ingrid, tras su boda en el año 1935 y desde entonces se ha convertido en la residencia veraniega de la familia real danesa.
El reencuentro entre las hermanas es mucho más significativo e importante de lo que podemos imaginar. La reina, que es la mayor de las tres, tiene 81 años; su hermana Benedicta ha cumplido 77 y aún se encuentra activa dentro de la agenda oficial de la Casa Real; y por último, la pequeña, Ana María, que se encuentra a punto de cumplir los 75, está casada con el exrey Constantino de Grecia, hermano de la reina Sofía, con quien reside en Porto Jeli. Tres mujeres con vidas extremadamente ocupadas que han sacado un hueco para poder disfrutar de nuevo juntas.
Las restricciones sanitarias impuestas debido a la pandemia del covid-19 han hecho que las hermanas no hayan podido verse apenas durante este último año, especialmente Ana María, que reside fuera de Dinamarca. Sin embargo, estas pasadas Navidades sí las pudieron disfrutar juntas a bordo del yate real Danneborg, el cual han vuelto a visitar estos días y en el que la reina ha cumplido una de sus tradiciones y se ha subido con un estampado de margaritas.
Además, recibieron una visita de un grupo de exsoldados veteranos de guerra, que participaban en una carrera ciclista, en los jardines del palacio. Es ahí cuando se pudo apreciar la alegría y cercanía entre las tres, que tras meses pudieron abrazarse.
Algo que le vendrá bien a la reina Margarita para retomar fuerzas después de que hace tan solo unas semanas su hijo, el príncipe Federico de Dinamarca, anunciase su dimisión como miembro activo del Comité Olímpico Internacional después de 12 años. El heredero del trono nunca ha ocultado su gusto por el deporte y, además, gracias a este puesto conoció a su mujer, la princesa Mary, por lo que la noticia impactaba a nivel nacional. Esta decisión repentina hizo saltar las alarmas de una posible abdicación de Margarita de Dinamarca.
No es la primera vez que se rumorea sobre una supuesta renuncia al trono de la soberana danesa, este tema se encuentra muy candente dentro del país. Ya han sido varias las ocasiones en las que incluso se ha dado por hecho que la monarca iba a dejar la Corona en manos de su hijo. Y una vez más, serán el tiempo y los gestos que lleguen de la Casa Real los que confirmen o desmientan si el príncipe Federico deja de ser heredero para convertirse en rey.
Margarita de Dinamarca ha comenzado su periodo de vacaciones, como de costumbre, visitando su retiro habitual favorito, el castillo de Graasten, la residencia veraniega de la familia real danesa, situado en un fiordo al sur del país. La soberana no ha acudido sola, sino que se encuentra con sus dos hermanas pequeñas, la princesa Benedicta y Ana María de Grecia. Con ellas ha posado a las puertas del palacio y nos ha regalado una fotografía entrañable en la que parece van a recuperar recuerdos y momentos de infancia.