Con una capa de Valentino y un abrigo: así se protege del frío la reina Máxima en Noruega

Último día de la visita de Estado de los reyes de Holanda a Noruega y por fin el príncipe Haakon ha podido participar en las actividades. Estaba previsto que el heredero ejerciera de anfitrión junto a sus padres, Harald y Sonia; sin embargo, horas antes de la ceremonia de bienvenida empezó a encontrarse mal, y aunque dio negativo en la prueba de coronavirus, prefirió quedarse en casa por precaución. Pero ya completamente recuperado Haakon ha acompañado este jueves a Guillermo Alejandro y Máxima en su visita a Trondheim junto a Mette-Marit.

El frío era tal que la argentina no ha dudado en cubrirse por partida doble. No solo llevaba un abrigo, sino que encima se ha puesto una capa. El abrigo es de Claes Iversen, el diseñador de origen danés afincado en Holanda de cuya mente salió el original vestido de gala con anillos dorados que la reina lució la noche anterior en el concierto en el Museo Munch y que tanto está dando que hablar. Hablamos de un diseño en color berenjena con pequeños destellos plateados que estrenó durante la visita de Estado que Macri y Awada realizaron a los Países Bajos en 2017.

Encima del abrigo, y debido a las bajas temperaturas, Máxima se ha colocado una capa color grosella firmada por Valentino. Una muestra de ese frío la tenemos también en el pañuelo que llevaba anudado al cuello y en los guantes de ante, también morados. La reina ha completado su estilismo con unos salones plateados que combinan vinilo de Gianvito Rossi y un bolso de brazo de Wandler. La argentina ha recogido su melena en un moño que ha decorado con un tocado tipo diadema y que dejaba al descubierto unos pendientes de flores realizados con diamantes.

Por su parte, Mette-Marit, quien parece estar mucho más acostumbrada a este clima, ha optado por un vestido blanco de estreno de manga larga con lazado en el cuello, firmado por Giambattista Valli, al que ha añadido un chaleco largo en azul marino con botonadura de Dior. La princesa heredera lo ha combinado con salones nude de Louboutin, una cartera de mano en color burdeos de Aspinal London y una finísima diadema negra.

Este jueves, la agenda de los reyes de Holanda ha arrancado en Trondheim, una ciudad ubicada en el centro de Noruega, y se ha centrado en la gestión de los océanos y la transición a fuentes de energía sostenibles. En el puerto, las dos parejas han conocido el Powerhouse Brattørkaia, un edificio que genera energía solar. Asimismo, han visitado el Centro Noruego de Tecnología del Plancton, donde se investiga el cultivo de algas. La visita concluirá con una visita a la catedral de Nidaros, construida en el siglo XI en memoria del rey Olav II y lugar donde se proclaman los monarcas noruegos.

La resaca de anoche

Lo cierto es que todavía no nos hemos recuperado de la sorpresa que fue ver a Máxima con ese vestido este miércoles por la noche. La reina se la jugó con su elección con el que podríamos asegurar que es su vestido de gala más original. Y ya es mucho decir teniendo en cuenta que la argentina es la reina de la extravagancia. Pero este diseño que estrenó para su segunda noche en Noruega lo tiene todo, eso sí, como ocurre con todo lo que se sale de la norma, ya hay quienes lo ponen por las nubes y otros muchos que lo odian.

Pasemos ya a analizar detenidamente el vestido, una creación de Claes Iversen, de su colección Couture 2019. Se trata de un diseño de manga larga no apto para quienes sufren tripofobia -miedo a los agujeros-, ya que está lleno de ellos. Sobre un fondo azul celeste se presentan unos anillos de distinto tamaño, decorados con relieves dorados lisos, otros imitando los rayos del sol e incluso cadenas. Obviamente, debajo hay una tela color carne para evitar que se vea más de la cuenta.

Sin duda, una elección arriesgada que la reina de Holanda combinó con unas sandalias con plataforma y altísimo tacón de Gianvito Rossi y su cartera de mano dorada de Begum Khan. No faltaba un cinturón a juego para marcar silueta. Con la intención de cederle todo el protagonismo al vestido, Máxima optó por joyas de lo más discretas, algo nada habitual en ella pero entendible teniendo en cuenta lo original del diseño de Iversen. En concreto, llevaba unos pendientes de diamantes redondos que hemos podido ver en todo su esplendor gracias al peinado que lucía.