La reina Camila desvela cómo se encuentra Carlos III en Clarence House tras su operación

Hace tan solo dos días que el rey Carlos III abandonaba el hospital privado London Clinic, donde también estuvo ingresada la princesa de Gales, tras la intervención quirúrgica de próstata a la que tuvo que someterse. El monarca salía del centro hospitalario en compañía de su mujer, la reina Camila, y se dirigía de vuelta a su casa tras varios días ingresado.

Ahora, la reina Camila ha dado las últimas informaciones sobre el estado del monarca inglés a través del periodista Richard Palmer, cronista real del ‘Daily Express’, y ha asegurado que el rey está “mejorando” y “haciéndolo lo mejor que puede” mientras se recupera de su intervención y de su estancia en el hospital.

El mismo día pero unas horas antes que el rey Carlos III, y de manera totalmente diferente, en la más absoluta discreción, tanta que ni siquiera hay imágenes del momento, Kate Middleton abandonaba el citado centro médico tras recuperarse de la operación abdominal a la que se ha sometido.

Después de que Carlos de Inglaterra abandonara el hospital, Kensington Palace emitía un comunicado en el que explicaba que “el Rey ha sido dado de alta esta tarde del hospital tras el tratamiento médico previsto y ha reprogramado sus próximos compromisos públicos para permitir un periodo de recuperación privada”.

Así mismo, y como también hicieran los príncipes de Gales, el comunicado añadía que “Su Majestad desea agradecer al equipo médico y a todos los que le apoyaron en su visita al hospital, y agradece todos los amables mensajes que ha recibido en los últimos días”.

Mucho se ha hablado de las abismales diferencias entre las intervenciones quirúrgicas y las correspondientes estancias en el hospital London Clinic de Kate Middleton y Carlos III. Mientras que de la del rey se conocen todos los detalles, el mayor de los secretismos marca la de la princesa de Gales, tanto a nivel de diagnóstico como del momento en el que se comunicó la noticia. Con Kate se hizo a posteriori, una vez que la intervención ya había pasado, mientras que en el caso del hijo de Isabel II se comunicó una semana antes del ingreso.