Los 'gossip' de Máxima de Holanda en Baqueira: junto a una amiga argentina y de compras en un outlet

No es un secreto que Máxima de Holanda siente un cariño especial por España. Fue en Sevilla, durante la Feria de Abril, donde conoció a su ahora marido, el rey Guillermo Alejandro. Él era por entonces el príncipe heredero y ella una joven argentina que había venido de viaje y disfrutaba en una fiesta con amigos. Desde entonces, las visitas privadas de la pareja a nuestro país han sido muchas. Además, han sabido transmitirles ese amor a sus hijas, sobre todo a la princesa Amalia, heredera al trono, quien pasa largas temporadas en Madrid.

La última fue la pasada semana. La argentina aprovechó que el viernes no tenía ningún acto oficial en su agenda para poner rumbo al Pirineo catalán, concretamente a la Vall d'Aran, para un viaje de amigas. Tal como ha podido saber Vanitatis, la reina estuvo en todo momento acompañada por Valeria Delger, a la que conoce desde que ambas eran bien jóvenes. Tan estrecha es su amistad que decidió que fuera madrina de una de sus hijas pequeñas, la princesa Ariane, la benjamina de la familia.

Se conocieron en el exclusivo internado Northlands, y desde entonces son inseparables. Allí Máxima creó un grupo de amigos que a día de hoy perdura y en el que se enuentra también Cayetana Álvarez de Toledo, así como Alexia Iribarren de Corneille, quien acaparó titulares hace poco por la boda de su hijo Maxime con la duquesa de Medinaceli, de ahí que los reyes de Holanda y la princesa Amalia no faltaran al enlace.

En su libro 'Máxima, la construcción de una reina', de los argentinos Rodolfo Vera Calderón y Paula Galloni, se habla precisamente de la amistad de la esposa de Guillermo Alejandro con Valeria, con la que se ha reencontrado hace poco en España. "Con su grupo de amigas -que incluía a Florencia Di Cocco, Samantha Deane, Valeria Delger y Tristana Macció-, impusieron los zapatos con taco marca Staff, un local ubicado en la calle Juncal”, puede leerse en el citado libro.

Máxima y Valeria estuvieron esquiando en Baqueira Beret, la que fuera la estación favorita de la familia real española. Habitualmente, la familia Orange se tomaba en febrero una semana libre para ir a practicar este deporte a Lech, en Austria. Allí fue donde el cuñado de la reina, el príncipe Friso, fue víctima de un alud por el que quedó en coma y que provocó su muerte años después. Aquellas visitas familiares en las que veíamos a todo el clan esquiando han terminado, pero parece que la argentina quiere seguir disfrutando de deslizarse por las pistas.

Y lo hizo como una auténtica profesional, como muestran las imágenes de la revista '¡Hola!'. Tras el esquí, las dos amigas, junto a otras personas de su entorno, estuvieron tomando algo en el Bar 1.500, que cuenta con una amplia terraza y una gran oferta de cafés, aperitivos, además de una amplia carta de mojitos, cervezas y todo tipo de bebidas.

Pero no todo fue deporte para Máxima. Las amigas también estuvieron dando un paseo por Vielha, ciudad en la que tenían su hotel, y entraron en la tienda Cuylás, un outlet donde se puede encontrar una selección de ropa deportiva para esquí, montaña, running, training, yoga y natación. Según cuentan a Vanitatis testigos presenciales, la reina estuvo bastante rato en el local, mirando la ropa, pero finalmente no adquirió nada.

También entraron a varias tiendas de productos gourmet y souvenirs, entre ellas Bambú. Su dueño nos cuenta que fue "muy simpática en todo momento y muy amable". Tras su fin de semana en España, Máxima volvió a Holanda, donde el martes retomó su agenda institucional.