Charlène de Mónaco sale de su zona de confort customizando un conjunto con falda midi para su cita con la Fórmula E

Hay que irse hasta el verano pasado para ver algo de color en los estilismos de Charléne de Mónaco. Después de un tiempo de sobriedad y tonos oscuros, Charlène de Mónaco ha salido de su zona de confort para su cita con la Fórmula E, customizando un conjunto de falda midi y camisa. Con él, la sudafricana da paso de nuevo al color y rompe con los looks de los últimos meses.

El otoño e invierno se instalaron durante bastante tiempo en su armario, inundando cada aparición pública, en las que casi siempre aparecía con trajes de chaqueta y colores oscuros, incluso para citas de gala. Ahora vemos una nueva imagen de Charlène de Mónaco, que ha estrenado un dos piezas de falda midi y blusa, aunque ligeramente modificado. El escenario, la entrega de trofeos del Premio de Fórmula E, que ella misma presidió.

Y su presencia no pasaba desde luego desapercibida. Quizá para destacar entre tanto mono de piloto y tanto traje masculino, ella quiso poner la nota de color son su atuendo, especialmente con esa falda confeccionada en crepe satinado, con rayas de tonos cálidos, como el rojo, el rosa, el ocre y el naranja.

Eso sí, aunque en la página web de la diseñadora, Sara Roka, la falsa se presenta con una blusa con un ribete en rojo, Charléne prefirió una más básica, solo blanca. Otra forma de cusmotizar este dos piezas ha sido a través de la cinturilla, que la sudafricana ha modificado para colocar una algo más ancha que la que se ve en el diseño original.

La princesa añadió aún más color a su estilismo eligiendo unos stilettos destalonados de piel en color rojo, a juego con sus labios, algo que tampoco es demasiado frecuente, ya que suele optar por tonos nude para su maquillaje. Coronando el look, unos pendientes de perlas de tamaño considerable y su anillo de compromiso fueron las únicas piezas que sacó de su joyero para esta nueva aparición.

Pero sin duda el elemento estrella de esta aparición fue la falda, principalmente por esos colores tan llamativos y vibrantes a los que no estamos muy acostumbrados cuando se trata de Charlène de Mónaco. Una pieza que, por cierto, aún sigue a la venta junto con la blusa en la web de la diseñadora, con un precio de 1.120 euros.

No es habitual que la princesa sudafricana aparezca en este tipo de compromisos sin la compañía de su marido, Alberto de Mónaco, pero desde palacio no se ha informado de los motivos de esta ausencia. De hecho, el sábado fue su sobrino, Pierre Casiraghi, el menor de los dos hijos varones de la princesa Carolina el encargado de entregar los trofeos y entregar el testigo a su tía Charlène.

Y ella no decepcionó en absoluto, al menos a nivel estilístico. La exnadadora ha roto completamente con los looks de los últimos meses, de una sobriedad y sencillez presentes hasta hace muy pocos días. Así, Charlène de Mónaco ha salido de su zona de confort, dando paso a una luz y unos colores con los que está de lo más favorecida.