El millonario escándalo de los Bettencourt (L'Oréal), de nuevo en los tribunales

La familia Bettencourt no consigue despertar de su pesadilla. Nueve años después de que se destapara el escándalo de Liliane Bettencourt, heredera de L'Oréal, sus descendientes verán de nuevo aireados sus problemas ante la justicia. Y es que este martes en Burdeos se ha abierto un nuevo juicio para analizar los recursos interpuestos por varios de los condenados por aprovecharse de la millonaria anciana.

Entre ellos se encuentra el que puede considerarse que ha salido peor parado ante la justicia francesa, François-Marie Banier, fotógrafo y amigo íntimo de Liliane. Según el juez, este hombre, que fue condenado en 2015 a tres años de cárcel y una multa de 158 millones de euros, se ganó el favor de la empresaria escribiéndole cartas de amor y ella a cambio le concedió algunas ventajas económicas en su trabajo. Además de Banier, la justicia estudiará a partir de este martes los casos de Martin d'Orgeval, Pascal Wilhelm y Patrice Bonduelle.

Sin embargo, estos cuatro trabajadores no fueron los únicos que fueron condenados, pero sí los que han decidido interponer un recurso ante la justicia. Por su parte, otros cuatro acusados han preferido llegar a un acuerdo con la hija de Liliane que incluía algunas mejoras financieras y jurídicas. Entre ellos está Patrice de Maistre, el exadministrador de la heredera, al que pillaron forzando a la anciana a que firmara una subida de sueldo de hasta dos millones de euros anuales y que está condenadoa 30 meses de prisión y una multa de 12 millones de euros.

El caso Bettencourt, que no L'Oréal para no dañar la imagen de la firma cosmética, tomó una gran relevancia pública hace unos años por salpicar al mismísimo Nicolas Sarkozy y su Gobierno. Uno de sus exministros, Eric Woerth, estuvo implicado en el caso por ser acusado de haber recibido sobres con dinero en efectivo que provenían de la buena voluntad de la anciana. Según la justicia francesa, el exministro trató, presuntamente, de financiar con las 'donaciones'de la rica heredera parte de la campaña del marido de Carla Bruni en 2007. Estas dádivas llevaron al expresidente de la República a estar imputado en el caso Bettencourt, pero la falta de pruebas consiguió su desimputación poco después.

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