Emma Thompson se hace viral con este valiente discurso

Dos Oscar de la Academia entre otras muchas distinciones han premiado la larga carrera de esta veterana actriz, que a sus 62 años se ha enfrentado a uno de sus papeles más exigentes en la película 'Good Luck to You, Leo Grande', que se acaba de presentar en la Berlinale. Allí Emma Thompson ha pronunciado un discurso que ha arrancado los aplausos de los asistentes al festival.

La intérprete británica que un día rechazara una noche de pasión con Donald Trump reconocía que el aspecto físico de su interpretación en este trabajo, que incluye una escena en la que aparece desnuda y sin retoques frente a un espejo, la llevó a un terreno desconocido como actriz para aprender a aceptar su cuerpo en la pantalla.

En esta película que se estrenaba recientemente en el Festival de Sundance, Emma Thompson interpreta a una profesora viuda llamada Nancy, que sale de su zona de confort por primera vez en su vida al contratar los servicios de un trabajador sexual, el Leo Grande que interpreta el actor Daryl McCormack, con el objetivo de tener el primer orgasmo de su vida.

Preguntada durante la rueda de prensa en Berlín sobre esa escena clave en la que Nancy se queda inmóvil frente a un espejo, la actriz habló con franqueza sobre el reto que suponía presentar un "cuerpo sin tratar" en la gran pantalla. "Fue duro", reconocía solemne la protagonista de 'Cruella'. "Esto es una tarea para todos nosotros. Solo estamos acostumbrados a ver cuerpos que, ya sabes, han sido entrenados... Yo sabía que Nancy no iría al gimnasio. Tendría el cuerpo normal de una mujer de 62 años que ha tenido dos hijos".

"Yo no puedo ponerme delante de un espejo de ese modo", confesaba después refiriéndose a sí misma. "No puedo quedarme ahí quieta. ¿Por qué iba a hacerlo? Es horroroso. Pero ese es el problema, ¿no? A las mujeres nos han lavado el cerebro toda la vida para que odiemos nuestros cuerpos, esa es la realidad, y todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos y que todo está mal. Todo está mal y tenemos que vernos así".

Con celebrada naturalidad y visible pasión, la actriz que una vez quiso ser chica Almodóvar se levantó entonces de su asiento y se dirigió a los periodistas diciendo: "Así que intentadlo. Intentad poneros delante del espejo y no os mováis. No os mováis. Simplemente, aceptadlo y no lo juzguéis. Eso es lo más difícil que he tenido que hacer como actriz". Sus palabras fueron entonces recibidas con sonoros aplausos por parte de la prensa allí reunida.

Poco antes de este discurso, Emma Thompson reflexionaba sobre la convivencia con su madre Phyllida, de 89 años, y su hija Gaia, de 22, durante el confinamiento de 2020 en un ensayo publicado en 'The Guardian'. La actriz escribía así sobre la conexión entre las tres, confesando que "en lugar de lamentar el envejecimiento de mi madre, en lugar de envidiar la juventud de mi hija, descubro que me animo y me tranquilizo a la vez".

"Agradezco que todavía pueda subir una colina y me deprimo cuando veo mis muslos", añadía antes de decir que los meses que pasó conviviendo con ellas fueron una mezcla de alegría y dolor, y que su hija "vibra" con la energía que ella misma debió sentir en alguna ocasión.