Una personalidad propia que se dejaba sentir en su mansión en Los Ángeles, uno de sus proyectos más importantes de los años. Así, nos adentramos en la casa de Diane Keaton, para conocer cómo era su último hogar, su decoración y sus claves.
Ubicada en Sullivan Canyon, al oeste de Los Ángeles, California, la actriz compró esta propiedad en 2011 por casi 5 millones de dólares. Una finca que reformó durante tres años, y que daría lugar a su libro 'La casa que Pinterest construyó', en referencia a la colección de fotografías de la red social que le habían servido como inspiración. Una construcción original de los años 20, del siglo XX.
La casa de Diane Keaton
Una vivienda de más de 880 m², en un terreno de 2,6 hectáreas, con cinco dormitorios y siete baños, que Diane Keaton definió en su libro como "la casa de sus sueños". De hecho, es un reflejo de su propia vida, ya que a pesar de estar en Los Ángeles, se inspiró en su antiguo apartamento de Nueva York, de aire industrial. Además de bromear sobre que era la "casa de los tres cerditos", en referencia al uso del ladrillo y recordando cómo le gustaba que su madre le leyera este cuento infantil.
Precisamente los ladrillos vistos son parte imprescindible de esta mansión, tanto en el interior como en el exterior. La estructura fue construida con 75.000 ladrillos de arcilla del siglo XVIII adquiridos en Chicago, lo que le otorgó un carácter rústico e industrial. Aunque eso no significa que sea un espacio oscuro, de hecho cuenta con grandes ventanales, puertas al exterior y tragaluces, que potencian la unión entre el interior y el exterior.
Una vivienda donde la madera antigua también es un elemento fundamental, en las viigas del techo, las mesas o muebles principales. A ellos se suman dos colores estrella, el blanco y el negro, representativos del propio estilo de Keaton. Así queda manifiesto en el salón o en la cocina, el espacio que la actriz definió como "el corazón de la casa" en su libro: "La luz entra y cambia cada hora, y cada rincón se sentía vivo y acogedor".
Una zona donde los muebles se combinan en blanco y negro, con ladrillos en blanco y malla de gallinero en las puertas. Además, siguiendo con la estética del resto de la casa, cuenta con detalles industriales en hierro y metal negro, logrando un equilibrio perfecto entre lo rústico y lo moderno. Una línea de interiorismo que se repite en diferentes estancias de su hogar.
Sin embargo, a pesar de haberla definido como su casa definitiva, ya que en las últimas décadas se había convertido en una experta en la compra-venta del mercado inmobiliario, el pasado mes de marzo había decidido deshacerse de ella.
La empresa inmobiliaria Realtor desveló esta noticia en exclusiva, asegurando que el precio de venta sería de unos 29 millones de dólares. Una decisión que habría estado motivada por los problemas de salud que comenzó a tener entonces. Aunque sin llegar a abandonarla, fue su último hogar conocido, donde residió hasta sus últimos días con sus hijos, Emma y Duke, y su perra Emma.