Cómo maquillarse los ojos con mucho color pero muy chic (visto en Instagram)

Chiara Ferragni nos demostró que un eyeliner amarillo podía ser el truco para conseguir un maquillaje muy llamativo y también una excelente forma de potenciar el bronceado, y esta primavera podemos subir la apuesta de la italiana al incorporar más color a nuestro look diario. Si los labios han quedado reservados a ese núcleo cercano con el que poder quitarse la mascarilla y lucir nuestro maquillaje, puede que los ojos sean la parte del rostro en la que lucir ese glow acoralado que antes adornaba nuestras mejillas saludables. Instagram, una vez más, se ha convertido en una inestimable fuente de inspiración.

Sombras azules cobalto, delineados rojizos, máscaras de pestañas burdeos… El color pop que solemos identificar con la primavera ha llegado al maquillaje de ojos, sin necesidad de crear looks muy recargados. La máxima sigue siendo poner foco solo en un color y en una parte del rostro.

Delineados de color

El primer paso y puede que el más sencillo para incorporar un poco de color en nuestro maquillaje a diario son los eyeliners o los lápices de ojos. Son viejos conocidos, y los hemos utilizado tanto para maquillar la línea de ojo y crear la ilusión óptica de un iris más claro como para un delineado eléctrico.

Pero para dominar la tendencia cromática de este año, es importante moverse siempre en la familia de los colores cálidos. Son más que bienvenidos los delineados en rosa, rojo o burdeos ya que se perderán más fácilmente con el color de nuestra piel y no resultarán tan llamativos. El ojo se nota mucho más luminoso que con el clásico eyeliner negro o incluso marrón, pero no es algo que se vea a kilómetros de distancia.

Para conseguir un acabado más sutil y propio del día a día, puedes delinear el ojo aplicando una sombra rojiza a ras de pestañas y con un cepillo pequeño. No lograrás un acabado muy definido pero sí rasgarás la mirada y conseguirás color. La máscara de pestañas es la aliada para disimular el trazo.

Sombras monocolor

El abanico de posibilidades se multiplica cuando en vez de trabajar con un delineado de color lo hacemos con una sombra. Tonos fríos como verdes, azules o morados se suman a los tonos rojos y rosas. Solo una norma, si recurres a un color frío, decántate siempre por los pasteles. No habrá lugar a error. En el dominio de los maquillajes de ojos con color, solo podemos coronar como la top de los looks más chics a Violette Serrat. La maquilladora francesa no le tiene miedo a ningún color y siempre consigue crear resultados muy sofisticados.

Cuando se trata de sombras, más bien deberíamos hablar de sombra en singular ya que los mejores maquillajes se consiguen utilizando una sola muy bien trabajada o mezclando sombra con un delineado de un tono similar. Nada de smokey eyes o cut crease. Dependiendo del color elegido y de la intensidad deseada, la prebase sobre la que se aplicará la sombra deberá ser de un tipo u otro.

Pero el maquillaje es sencillo, trabajar una sola sombra a toquecitos para que el color se adhiera bien e ir trabajándola con movimientos circulares hasta desdibujar los límites. Violette, por ejemplo, prefiere aplicar el color directamente con los dedos y trabajarlo muy poco a poco para conseguir una mayor intensidad. Para completar ese efecto de color, también se puede aplicar un poco de sombra en el párpado inferior, pero ahora sí utilizando un color más habitual como un café.

El coronavirus nos ha dejado la importante lección de la sencillez en el maquillaje. Mientras hace unos años la propuesta de un maquillaje con sombras de color demandaba un delineado oscuro, ahora es la sombra la única importante. Añádele un poco de máscara de pestañas, piel hidratada e iluminada y listo, deja el contouring y el dramatismo para otro momento. Al comparar el maquillaje de Olivia Palermo en 2019 con el de Violette Serrat en 2021, el matiz es evidente.

Queda demostrado que se puede maquillar los ojos con color y de una forma elegante, lo importante es cómo lo hagas y que por ahora dejes los tonos más neón guardados en el tocador.