El rizador de pestañas japonés con el que no hace falta hacerse el eyeliner

La curvatura de las pestañas es una de las cualidades más buscadas en la mirada. Una buena máscara puede potenciar su forma y un lifting puede elevarlas y abrir los ojos de forma duradera, pero el efecto inmediato más visible es el que se logra con los rizadores de pestañas.

Como todo invento, el rizador de pestañas, también conocido por nombres como ‘enchinador’ o ‘eyelash curler’ tiene sus defensores y sus detractores. Parte de estos últimos se explican por una mala praxis. Si lo acercas mucho al párpado o si ejerces demasiada presión, puedes dañar tus pestañas o conseguir una curvatura horrible.

Hecha esta aclaración, tenemos que hablar de otro detalle en el que, tanto si eres usuaria habitual como si no, puede que hayas reparado: todos los rizadores de pestañas tienen la misma forma.

Su forma semiesférica puede ser más ovalada o más redondeada, pero siempre se ha caracterizado por ser equidistante… Sin embargo, nuestros ojos son almendrados y lo que buscamos a la hora de maquillarlos suele ser lograr un efecto cat eye, es decir, cambiar su forma para rasgar la mirada.

Si colocas el rizador de pestañas sobre el párpado, para iniciar la curvatura en la raíz al ejercer la presión, lo que lograrás será curvar las pestañas en la zona central del ojo, lo que tendrá como resultado un ojo más abierto. Pero si quieres un ojo gatuno, ¿no es un poco contraproducente?

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Bien, pues en Japón parecen haber encontrado la solución al desarrollar los rizadores de pestaña mariposa. Se conocen por este nombre, ya que la forma que consiguen en la mirada, más acentuada y ascendente en las pestañas finales, se asemeja a las alas de una mariposa.

Para lograrlo, en vez un rizador, se necesitan dos, puesto que no se quiere generar la misma forma en los dos ojos, igual que cuando te haces ondas en el pelo, la dirección de los bucles no es la misma a los dos lados.

El ingenio lo ha desarrollado la marca KOBAKO, a la venta en TSUKI (Calle de Sta. María, 27), la primera tienda de cosmética japonesa de España, y se trata de dos rizadores mini con un diseño ergonómico que se adapta uno al ojo derecho y el otro al ojo izquierdo.

Su finalidad es la de lograr una mayor curvatura en las pestañas finales de cada ojo. Es decir, el efecto que consiguen es muy parecido al que se obtiene al aplicar pestañas postizas individuales solo en la parte final. Este truco de maquillador profesional, que parece solo reservado a eventos importantes, se simplifica y se hace mucho más accesible gracias a estos diminutos rizadores de pestañas (se venden en pack, para mayor comodidad).

Ingeniería japonesa puesta al servicio de la belleza, el rizador se acciona con una palanca que se pliega por detrás para ocupar el mínimo espacio y cuenta con una banda de goma de silicona para aprisionar las pestañas sin tazarlas. El mango está desarrollado para que se pueda ejercer la presión justa y sin riesgo de pellizcar la piel o tirar de la pestaña.

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Cada rizador ‘side curl’ se diferencia con color y con un indicador de derecha (rizador negro) e izquierda (rizador rosa), para que no haya lugar a equivocación. Las genialidades de la marca japonesa respecto a las pestañas no quedan ahí, a los rizadores de mariposa se les suman otros ingenios como el rizador mini, el central o el integral, todo muy cute y con una finalidad muy concreta.