Dra. Carmen Górriz, Médica Estética: "Las claves para revertir la Ozempic Face están en tu mano"

De un tiempo a esta parte hay una palabra que se repite en muchas conversaciones: el término Ozempic.

Ozempic es un medicamento inyectable que contiene semaglutida, utilizado principalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Funciona al imitar una hormona que regula los niveles de insulina y glucosa en la sangre, lo que también puede ayudar a perder peso. Sin embargo, se ha vuelto popular entre personas no diabéticas debido a su efecto en la reducción del apetito y la pérdida de peso. Varias celebridades han sido relacionadas con su uso, como Kim Kardashian y Elon Musk, aunque muchas no han confirmado públicamente su consumo, lo que ha generado controversia sobre su uso fuera de contextos médicos.

La delgadez provocada por este medicamento ha tenido una consecuencia con nombre propio, la Ozempic Face. Un fenómeno que se ha convertido en viral que hace referencia al aspecto asociado a cambios faciales asociados a la pérdida rápida de peso.

El rostro de Adele o Katy Perry son claras muestras de ello, aunque pocas lo han reconocido, entre ellas Kim Kardashian tras la Gala MET de 2022, para la que tuvo que perder 7 kilos para enfundarse el polémico vestido de Marilyn Monroe, contó toda su aventura en Tik Tok.

«La rápida disminución de grasa corporal afecta no solo al cuerpo, sino también al rostro, lo que puede causar una pérdida de volumen facial, especialmente a partir de los 25 años, cuando la producción de colágeno y elastina se ve ralentizada. Todo ello resulta en una apariencia más envejecida, con flacidez acusada, arrugas más visibles y una textura más acartonada de la epidermis, que carece de elasticidad» explica la Dra. Carmen Górriz, Subdirectora de la Unidad de Medicina Estética de IMR, centro de dermatología de vanguardia, nos explica paso a paso cuáles son las zonas del rostro más afectadas tras la toma del fármaco de moda:

Menor firmeza y textura rugosa: la pérdida acelerada de peso puede afectar la producción de colágeno y elastina, resultando en una piel menos elástica y con una textura más áspera o irregular.

Piel laxa y líneas acentuadas: la rápida pérdida de grasa puede impedir que la piel se ajuste adecuadamente, provocando flacidez, especialmente en el cuello y la barbilla. Además, las arrugas y líneas de expresión se pueden acentuar debido a la falta de soporte debajo de la piel.

Reducción del volumen facial: la disminución de la grasa en las mejillas y la zona de la mandíbula puede provocar una apariencia más desgastada o hundida. Esto ocurre porque, al perder peso rápidamente, no solo se elimina grasa corporal, sino también la grasa subcutánea que brinda estructura y firmeza a la piel.

Según la experta hay varios tratamientos que se realizan en consulta que pueden ayudar a revertir estos efectos asociados a la pérdida rápida de peso como rellenos dérmicos, Ultherapy o HIFU (ultrasonido focalizado de alta intensidad), Potenza o radiofrecuencia con microagujas, bioestimuladores o los neuromoduladores, pero eso es ya otro cantar.