“He traído a Madrid el Hermès de la belleza”: Mishel Gerzig, la emprendedora mujer de Courtois

Pero no imagines que está en ese tramo codiciado de la Milla de Oro, no, ella quiere que su público sean las ciudadanas de a pie. No es de esos lugares que abruman, todo lo contrario, al pasar sus puertas acoge un centro en el que el rostro del cliente es lo primer.

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Mishel llega y pide perdón por llegar con cinco minutos de retraso, deja claro desde el primer momento que nuestro tiempo es importante, algo que se agradece y que no suele suceder con muchos personajes. Detrás de ella, su marido, Thibaut, que la ha acompañado hasta el centro y que mientras la entrevistamos va a hacer recados. Ella vestida con prendas y accesorios que ejemplifican el lujo silencioso al que el fútbol no nos tiene acostumbrados, habla con pasión de este proyecto que ha abierto junto a Pola Blick el referente de la belleza natural en Israel.

Discreta, familiar y absolutamente volcada en su nuevo proyecto en Madrid: "Quiero vivir aquí. Me encanta la gente, la ciudad... Y sentí que faltaba algo como esto", cuenta, refiriéndose al nuevo centro de belleza que ha abierto junto a su socia y amiga Pola.

De Tel Aviv a Madrid

Empezó a trabajar como modelo con apenas 12 años, y desde entonces ha recorrido el mundo entre pasarelas y campañas. Hoy, a sus 28 años, vive a las afueras de Madrid, buscando equilibrio entre la ciudad y la tranquilidad del campo: “Me encanta la mezcla. Hay días que quiero más tranquilidad, y otros, más vida de ciudad”. Y es que la maternidad ha marcado un antes y un después en su ritmo de vida: “No hay días normales. Un día puedo estar en casa tranquila con mi bebé, y otro viajar a Los Ángeles o París por trabajo. Pero ahora intento estar más presente, con mi familia y en el centro”.

Si la ves por la calle, llama la atención, pero ella mantiene un perfil bajo, sigue acudiendo a eventos seleccionados: “Es muy importante para mí proteger mi intimidad. Pero también me gusta apoyar lo que me gusta, lo que me conecta con quien soy”. Y es que esta mujer tiene muy clara cuál es su esencia, pese a que su estilo de vida ha cambiado desde que se casó con un conocido futbolista: “Claro que cambia. No puedes salir a la calle como antes. Pero también es bonito sentir ese apoyo. Es parte de nuestra vida ahora”.

Nació y creció en Tel Aviv, pero sus raíces familiares vienen de Rusia. "Israel es una mezcla increíble. Cada familia viene de un lugar diferente, y eso lo hace único", explica con emoción. Tel Aviv sigue muy presente en su memoria: "La gente, la comida, la energía… No hay palabras. Es como una familia". Aun así, el estrés y el ritmo frenético de su vida anterior le pasaron factura: “Vivía en la ciudad, viajaba constantemente. Mi piel y mi cuerpo lo notaron. Mis analíticas mostraban un nivel altísimo de cortisol. Fue entonces cuando decidí hacer un cambio hacia una vida más sana, natural y equilibrada”.

Belleza holística y rutina personal

Tras años de trabajar como modelo, empezó a sufrir acné. Así conoció a Pola, doctora y farmacéutica polaca con una clínica en Tel Aviv, especializada en tratamientos naturales. "Me ayudó muchísimo, incluso durante el embarazo", cuenta. Su vínculo creció hasta convertirse en amistad y, con el tiempo, en una sociedad.

El nacimiento del centro en Madrid surgió de su propia necesidad: “Sentía que en Madrid faltaba algo como lo que hace Pola. Aquí las rutinas están muy centradas en el bótox, y no estoy en contra, pero también se pueden ver resultados reales con métodos naturales. Por eso decidimos abrir juntas”, explica. El centro combina tratamientos clínicos con el uso de productos propios, creados en sus laboratorios, con ingredientes naturales y cosmética avanzada: aceites esenciales, vitaminas, ácido hialurónico… Todos formulados con una tecnología que protege los principios activos para mantener su eficacia.

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Aunque utiliza todos los productos de su propia marca, reconoce con una sonrisa que hay un bálsamo labial qrue no es suyo: “Es natural, con aceites esenciales y vitaminas. También estamos trabajando en lanzar uno propio”.

Nos cuenta que en su rutina diaria es muy disciplinada: limpieza de piel por la mañana y noche, hidratación, mucha agua (¡pero solo en vasos de cristal!) y deporte: “Hago pilates de máquina, pádel, gimnasio y camino mucho con mi bebé y mis perros”. Y queda patente al verla que no es amiga del exceso de maquillaje: “Ahora no me maquillo casi nada porque mi piel está bien, pero cuando lo hago, lo primero es retirarlo bien. Es fundamental”.

Tratamientos personalizados

Su socia, Pola, reside en Israel, viaja a Madrid cada mes para atender personalmente a las clientas más complejas. Es experta en naturopatía y analiza analíticas de sangre para detectar desequilibrios hormonales u otras causas internas de los problemas cutáneos. “Cada piel es un reflejo de lo que pasa dentro del cuerpo. Por eso tratamos de entender el origen antes de intervenir”, afirma. En el día a día, la gestión del centro recae en ella y en Marina, una experta brasileña en el cuidado de la piel com más de diez años de experiencia en muchos países, por lo que conoce la diversidad de la piel.

En el centro ofrecen una gama muy cuidada de productos de la firma: jabón facial natural, mascarilla de perla para iluminar y tratar, sérums antiaging, cremas específicas para rosácea o piel seca, y pads exfoliantes con dos texturas para limpiar en profundidad sin agredir la piel. Uno de sus favoritos: “El booster antiaging. Es potente, ayuda con el colágeno y la hidratación. Y es importante empezar con prevención desde los 25. Pero sin duda mi favorita es la mascarilla de perla natural”, cuenta mientras nos aplica un poco en la mano, horas después aún podemos ver esta zona brillante. La mascarilla es su “arma secreta” antes de cualquier evento relevante. “Da un brillo brutal. Yo la usé antes de mi boda. A veces la aplico solo en las ojeras o en los labios para hidratarlos”.

Además de los productos, realizan tratamientos en cabina con aparatología específica, como contrastes de frío y calor o microcorrientes, siempre combinados con rutinas domiciliarias. “La clave es la constancia. Con buenos productos y un tratamiento cada mes y medio, se ven resultados muy rápido”.

El centro original de Pola en Tel Aviv tiene lista de espera de diez meses. “Tratamos a gente muy importante en Israel. Aquí todavía hay hueco, pero estamos seguras de que pronto sucederá lo mismo. De hecho, muchas clientas israelíes están empezando a venir a Madrid porque saben que así no tienen que esperar”. Su implicación con el de Madrid es total: “Quiero que funcione. Estoy convencida de que hemos traído el Hermès de la belleza a Madrid”.