Esto es lo que ocurre si decides hablar con tus plantas: la ciencia revela su sorprendente sensibilidad al sonido

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Poco se habla, nunca mejor dicho, pero conversar con las plantas siempre ha sido una de esas costumbres que muchos ven con escepticismo. ¿Locura inofensiva o hábito con fundamentos reales? Pues bien, la ciencia tiene algo interesante que decir al respecto: tal vez no sea tan descabellado como parece. Así lo hemos leído en un artículo reciente del medio 'Xataka'.

Cabe detallar que, aunque las plantas no tienen oídos ni cerebro como los humanos, sí perciben vibraciones. Y esto no es solo una suposición: un grupo de científicos de la Universidad de Missouri se propuso investigar cómo reaccionan las plantas al sonido, y los resultados fueron sorprendentes. En concreto, todo comenzó con una oruga y una planta de mostaza.

Según indica el citado medio, Heidi Appel, experta en química ecológica, y Rex Cocroft, especialista en biotremología (la rama de la biología que estudia cómo los seres vivos usan las vibraciones), descubrieron que, al escuchar el sonido de una oruga masticando hojas, las plantas activaban defensas químicas para protegerse. Sí, literalmente escuchaban la amenaza y se preparaban para enfrentarla.

Sin embargo, lo más curioso es que solo reaccionaban a ese tipo de vibraciones, no al viento ni a otros ruidos similares. De este modo, esta respuesta específica sugiere que las plantas no solo “escuchan”, sino que también entienden lo que escuchan. Entonces, ¿significa esto que hablarles dulcemente o ponerles música clásica hará que crezcan mejor? No exactamente.

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Los científicos son claros en que estos sonidos no forman parte del entorno natural de las plantas, y que sus reacciones más fuertes se activan ante señales más ecológicamente relevantes, como el sonido de un depredador. No obstante, este descubrimiento abre una puerta fascinante a cómo percibimos el mundo vegetal. Las plantas, a pesar de su apariencia pasiva, están en constante alerta. Detectan, procesan y responden a estímulos, aunque lo hagan de forma distinta a los animales.