Carla Goyanes y Cari Lapique toman las riendas de la herencia inmobiliaria de Carlos Goyanes
Dos meses después del fallecimiento inesperado del empresario, su hija y su viuda han tomado una decisión que afecta a su legado
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La vida sigue a pesar de todo. La familia Goyanes Lapique lo está comprobando en propia carne. Hay que recoger a los niños de extraescolares, volver a los compromisos profesionales, intentar que la rutina del día a día haga algo más llevadera la ausencia. "Verles sonreír es la mejor medicina", escribía en sus redes sociales hace unas semanas Carla Goyanes acompañando la reflexión de una imagen de los niños de la familia en su vuelta al cole. Ellos y el trabajo se han convertido en un refugio para sobrellevar el golpe tan duro que se han llevado, cuando tuvieron que decir adiós en menos de dos semanas a un padre, Carlos, y a una hija y hermana, Cari.
La familia está mostrando mucha entereza en estos momentos. Carla Goyanes, de hecho, no ha querido ensimismarse en el dolor y en septiembre volvió al trabajo. No es demasiado conocido que la joven trabajaba mano a mano con su padre en la Agencia A Promociones Inmobiliarias, nacida hace 35 años como una empresa familiar especializada en el mercado inmobiliario de lujo, tanto de venta como de alquiler. A Promociones actúa como una agencia boutique: comercializa solo inmuebles de alto nivel, con clientes de solvencia conocida y en transacciones donde prima la discreción.
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"Vuelta al trabajo con un alquiler en calle principal de Recoletos (Salamanca) de maravilloso piso palaciego en espectacular edificio clásico con buenas vistas y muchísima luz. Cuenta con dos salones, comedor, cocina con isla despensa lavandería. En la zona de noche hay tres dormitorios dobles cada uno con su baño, dormitorio y baño de servicio. Además, hay un aseo de visitas y muchos armarios. Se acaba de terminar la reforma donde se han respetado los elementos clásicos como vidrieras empotradas con doble ventana, molduras restauradas en techos, puertas de suelo a techo etc", reza el último anuncio de la agencia, colgado el 19 de septiembre. El piso es un sueño, claro, no apto para todos los bolsillos.
Su área de trabajo se centra fundamentalmente en "Madrid, Mallorca, Ibiza y Marbella", pero también gestionan propiedades singulares en el resto de España. "Para los inversores que buscan oportunidades de inversión en el extranjero, disponemos de una amplia gama de producto en Panamá, Miami, Nueva York, Riviera Maya, etc", se lee en su página web. La firma ofrece asesoramiento en materia jurídica y económica, y también colaboran con decoradores de prestigio.
Carla Goyanes, que ya llevaba las riendas de la empresa familiar, ha asumido ahora su papel también desde el punto de vista legal. El pasado 24 de septiembre, tanto ella como su madre, Cari, se convirtieron en las administradoras solidarias de la sociedad, en sustitución de Carlos Goyanes. Hasta la fecha, Cari e incluso Miriam Lapique aparecían como consejeras de la inmobiliaria, algo que en esta última gestión se ha corregido. Ya solo son madre e hija quienes controlan la inmobiliaria, aunque es Carla quien lleva la gestión y el día a día.
"Mucha experiencia"
"Desde que volvió de Estados Unidos, ella se encarga de toda la parte comercial", explica un antiguo cliente. "Mucha gente que conoce a la familia de las revistas se sorprende cuando van a ver un piso y aparece ella; a mí me pasó, pero la realidad es que es gente muy currante, que domina muy bien el mercado y tienen mucha experiencia".
En su perfil de LinkedIn, Carla se vende así: "Llevo 20 años vinculada al sector inmobiliario de Madrid en pequeña empresa familiar siendo la tercera generación que se dedica a la intermediación inmobiliaria especializada en el segmento de residencial de lujo. Ofrezco un trato profesional y a la vez personalizado 24/7 en la compraventa y alquileres exclusivos en cualquier zona prime de Madrid, Marbella e Ibiza. También en colaboración con socios locales me ocupo de inversiones en Miami, Nueva York y Los Angeles".
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Además, la hija de Cari Lapique compagina esta labor en la inmobiliaria con su colaboración en un Master en Industria del Lujo en Esden Business School.
La empresa, según los datos del Registro Mercantil, facturó en el ejercicio 2022 814.000 euros, y cuenta con activo que ronda el millón y medio de euros. Los datos de 2023 aún no están actualizados.
La vida sigue a pesar de todo. La familia Goyanes Lapique lo está comprobando en propia carne. Hay que recoger a los niños de extraescolares, volver a los compromisos profesionales, intentar que la rutina del día a día haga algo más llevadera la ausencia. "Verles sonreír es la mejor medicina", escribía en sus redes sociales hace unas semanas Carla Goyanes acompañando la reflexión de una imagen de los niños de la familia en su vuelta al cole. Ellos y el trabajo se han convertido en un refugio para sobrellevar el golpe tan duro que se han llevado, cuando tuvieron que decir adiós en menos de dos semanas a un padre, Carlos, y a una hija y hermana, Cari.