Cayetano Rivera, en paz también en lo personal: acuerdo con Eva González por una finca

En enero de 2025, Cayetano Rivera cumplirá 48 años. Está en buena forma, pero ha considerado que es el mejor momento para firmar su epílogo taurino. El fin de semana el torero publicó un emotivo vídeo donde daba sus razones, salpicado de imágenes con momentos y personas importantes para su carrera. Un mes antes había amagado, convocando a la prensa a una rueda de prensa sobre "próximos proyectos" que canceló poco antes. Ahora sí, llegó la definitiva.

"Se cumplen cien años desde que mi bisabuelo, Cayetano Ordóñez daba comienzo a mi dinastía y es el momento de decir adiós. También se cumplen 20 años desde que comencé yo en el mundo del toro y no todo ha sido bonito, pero he intentado transmitir cualidades que mi profesión refleja, como el valor, el esfuerzo, la disciplina, la solidaridad, y he querido compartir con vosotros esta noticia para que podamos vivir juntos, con más emoción si cabe, la que es la temporada más importante de mi vida. Quiero daros las gracias. Gracias por todo el apoyo que siempre me habéis brindado", dice Cayetano con palabras muy meditadas, como su decisión.

Rivera ha convivido con la fama desde que nació. Es bisnieto, nieto, hermano e hijo de toreros. Su devenir profesional ha corrido paralelo al interés que suscitaba en los medios su vida personal, y eso que, de los tres hijos de Paquirri, ha sido el que menos cómplice se ha mostrado con la fama. Estudió en el internado Beau-Soleil, en los Alpes suizos, habla perfectamente francés e inglés, hizo producción de cine en Los Ángeles, siempre se ha salido del guion que le venía marcado... Siempre, hasta que con 28 años decidió dejarlo todo y vestirse de luces por primera vez.

Entonces tuvo que lidiar no solo con los toros, también con todo el peso de su apellido (para lo bueno y para lo malo) y lograr que le tomaran en serio. Tuvo un parón (volvió a estudiar), pero regresó a los ruedos. En 2019, cuando algunos vislumbraban ya el final de su carrera, firmó su temporada más completa, con momentos memorables como las cuatro orejas de Pamplona o la Feria de Málaga, cuando salió a hombros. "Tengo hambre de toreo", reconocía entonces en la revista 'Aplausos'. "Voy a por todo lo que algunos han dicho que no puedo conseguir". La pandemia entró entonces en juego.

Vino entonces una temporada muy convulsa en los dos planos de su vida, el profesional y el personal. El torero se convirtió en portavoz de la industria del toro, golpeada por las medidas impuestas por la pandemia. "Cayetano es una persona cultivada. Su camino en el toreo empezó tarde, es un torero artista. Mucho más preparado que la media. La gente le escucha. Se ha movido en otros ambientes que le han proporcionado una pátina de saber estar, y a eso hay que sumarle que es hijo y nieto de toreros, se ha criado con la cuadrilla de su padre, con la gente de su abuelo. Para él la gente que está parada y pasando hambre son su familia", nos decía entonces un conocido taurino.

La finca

Paralelamente, su relación con su entonces esposa, Eva González, no atravesaba su mejor momento. Tras alguna ida y vuelta, se separaron definitivamente –u oficialmente– en otoño de 2022. A pesar de tratarse de una de las presentadoras estrella de Atresmedia y de un torero tan conocido como Cayetano, los detalles de su ruptura permanecieron la intimidad. Nunca se ha oído una mala palabra entre ambos. La familia era lo primero y no tenían empresas en común, aunque sí una finca que acababan de comprar en mayo de 2022, pocos meses antes de separarse.

Se trataba de un terreno de 1.000 metros cuadrados en una zona nueva de Mairena del Alcor (Sevilla), el pueblo natal de Eva González, donde la pareja se casó en 2015. La compraron al 50% con la intención de construir allí una vivienda, dado que se trataba de una parcela de uso residencial. Este era el único fleco -material, se entiende- a solucionar en su divorcio. Tal y como ha podido saber Vanitatis, la presentadora de 'La Voz' compró su parte a Cayetano y ahora es la dueña del 100% de ese terreno, solucionando ya todos los aspectos económicos de su relación más allá de lo que siempre tendrán en común: su hijo.

Así, Cayetano Rivera afronta una etapa de serenidad en todos los aspectos. Actualmente mantiene una relación consolidada con la portuguesa Maria Cerqueira, valora algún que otro proyecto empresarial para el futuro y comprueba en sus redes cómo los aficionados taurinos de uno y otro lado del charco le hacen llegar su cariño tras el anuncio de su adiós. Todavía le quedan unas cuantas oportunidades de cosechar en 2025 eso que ha sembrado dentro y fuera de los ruedos.