El piso de soltero de 3,2 millones en el que Guardiola instaló a su familia en Manchester

Pep Guardiola se fijó en una de las promociones inmobiliarias más potentes jamás construidas en el centro de Manchester. Corría 2017, se acababa de mudar a la ciudad como entrenador del City y quiso comprar un apartamento por 2,7 millones de libras —3,2 millones de euros—. Un lugar que era, según señalan los medios del lugar, una de las direcciones más deseables del momento.

El barrio en el que Guardiola y su familia se instalaron es donde están todas las tiendas de diseñadores, los restaurantes más potentes y las vinaterías de moda. El entrenador adquirió este apartamento, según los medios locales, que forma parte de un complejo hotelero. Y allí vive desde entonces, tal y como ha podido confirmar Vanitatis de fuentes directas del entrenador.

Se trata de un complejo residencial que en el que Guardiola tiene acceso además a una piscina interior de 18 metros, un spa, una sauna y un gimnasio abierto las 24 horas del día, tiene dos plazas de parking, conserje 24 horas, lavandería y una zona de reuniones ejecutivas privadas.

16 plantas, 237 apartamentos

Además, nadie tiene pensar en la limpieza porque al estar dentro de las 16 plantas de un establecimiento hotelero, cuenta con todos los servicios clásicos de un hotel. Así que pueden pedir desde limpieza hasta servicio de habitaciones. Son 237 apartamentos de una y dos habitaciones con todas las comodidades, aunque para una familia…

No, no es un apartamento que muchos pintarían como el hogar familiar ideal. Sobre todo si tenemos en cuenta que los Guardiola Serra son cinco. Escoger esta casa fue una opción extraña y que pocos entendían. Cuando el Manchester City decidió fichar a Guardiola, las negociaciones estuvieron a punto de romperse por la vivienda del míster precisamente. Pep venía de vivir en una zona tranquila en Munich, donde residió con su familia en una mansión espaciosa en la céntrica Sophienstrassse, y cuando se mudó a Manchester también quería vivir en el centro de la ciudad.

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Hubo incluso una reunión de más de tres horas en un restaurante vietnamita en la que intentaron convencer a Pep de que eso, como logística, no iba a ser posible, aunque él siguió insistiendo en que si no vivía en el centro, no iba. Tan crítico fue el momento relatado por dos de las personas más fieles y cercanas a Pep, Lu Martín y Pol Ballús, en su libro Pep’s City: The making of a superteam, que Txiki Beguiristain, representante de Pep, vio como todos los planes de moverse a Inglaterra se esfumaban sólo porque él quería un apartamento de lujo en el centro de la ciudad para vivir con su familia.

NYC, Munich, Manchester

Lo consiguió -¿alguien lo dudaba?- y se mudaron todos a este lujoso complejo en el que ha estado viviendo prácticamente solo el desde entonces. Porque su mujer, como recordamos aquí esta semana, se marchó de Manchester al poco tiempo de llegar y se instaló en Barcelona en 2019. El apartamento de Pep es casi un piso de soltero, tal como lo describen los medios locales, una casa que nada tiene que ver con la mansión Barcelona en la que vive su familia.

Cabe recordar también que en 2012 todos los Guardiola-Serra se mudaron a Nueva York y allí vivieron en un apartamento que costaba unos 20.000 euros al mes en el Upper West Side con vistas a Central Park. La familia era vecina de personajes como David Duchovny y Barbra Streisand. Lo vemos, Guardiola siempre ha sido un hombre a quien le gustan las ciudades y todo lo que ellas ofrecen: teatros, tiendas, restaurantes, exposiciones... vida.

¿Separación romántica?

Lo que supone, como siempre ha dejado claro él mismo, que Guardiola es un tipo especial, cuanto menos. Y esas extravagancias del entrenador de fútbol han puesto en peligro su presencia incluso en Manchester, como contábamos. Y también su matrimonio. Cuando esta semana Lorena Vázquez y Laura Fa aseguraban en El Periódico que Guardiola se separaba de su mujer, Cristina Serra, los medios británicos señalan el conflicto doméstico como motivo de los malos resultados del Manchester. Mientras, en España, se decía lo contrario, que era el Manchester el que había provocado la separación de la pareja.

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Sea como sea, queda claro que las extravagancias de Pep afectan a todos y a todo, claro. Lo cuenta Lou Martín en su libro en el que relata ciertos episodios que dan la medida de cómo es el genio de Santpedor. Incluso, deciamos, en aspectos desconocidos como su mal conducir. Veamos: "Su reputación desde que estaba en Barcelona es que no es un buen conductor y ha tenido ya cuatro coches desde que llegó a Manchester", escribían Martín y Ballús en su libro, publicado en 2019, dos años después del fichaje de Pep.

Pep y sus extravagancias

¿Qué hace con los coches? Pues no sabe manejar los espejos retrovisores, por ejemplo, y los rompe; pone gasolina en lugar de diesel y se carga el motor y el coche deja de funcionar… En 2016 el precio de sus coches, que dañó al completo, se elevó a 544.000 euros: incluía un Bentley de 236.000 euros, un GTX700, un Range Rover de 177.000 euros, un Mercedes negro GLE de 94.000 euros, y un Mini Cooper de 35.000.

"Pep es brillante en tantas cosas… pero no en conducir, no se hace con las calles de Manchester y ha tenido muchos golpes". Como vemos, genio y figura, Pep Guardiola es un personaje adorado y odiado a partes iguales. Eso sí, ha contado siempre con su familia como apoyo absoluto. Y así seguirán siendo, nos advierten desde su círculo, pase lo que pase.