La vida empresarial de Cristina Serra, mujer de Pep Guardiola: Milán, París y Barcelona
Junto a su hermana Judith, Cristina forma parte de la tercera generación del negocio Serra Claret de moda de lujo en Manresa y Barcelona. Ella se encarga de las compras
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Cuando se pregunta a quienes la conocen cómo es Cristina Serra, mujer de Pep Guardiola, la respuesta suele ser común: “Es muy catalana”. Una frase que no dice nada y, sin embargo, lo dice todo. Quieren decir que es una mujer discreta, trabajadora y seria en su profesión, que marca las distancias y muestra educación extrema.
Alguien en quien confiar pero con quien no se pueden tomar confianzas. Elegante, con buenas maneras, con sentido del humor, simpática sin exagerar… Es lo que se entiende por estas tierras cuando se habla de alguien muy catalán.
Y así es precisamente Cristina, la tercera generación que lidera las tiendas de moda multimarca Serra Claret, nacida como sastrería en Manresa de la mano del abuelo, Josep, en 1933, y con un recorrido desigual en los últimos años. Cristina, afincada en Barcelona desde 2019, es la encargada de compras de la empresa y con su hermana Judith viaja por las pasarelas y ferias de moda más importantes del mundo para inspirarse y nutrir a la casa madre.
Por eso nunca fue lo que se dice una WAG (wifes and grisfriends, mujeres y novias de futbolistas). Y por eso ha seguido con su vida, desde su mansión de Pedralbes, que compró junto a Pep en 2021 por 10 millones de euros; mientras su marido hacia lo propio.
Cada uno en una ciudad
Son dos adultos profesionales, con carreras de éxito cada uno en lo suyo, que han intentado mantenerse lo más cerca posible pero que ahora, en estos momentos y desde hace ya unos años, vive cada uno en una ciudad. Pep en Manchester, Cristina en Barcelona.
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Aunque pasa mucho tiempo subida a un avión, algo que le encanta y que para ella supone, tal como nos señalan las citadas personas con las que hemos hablado, “un chute de energía”. A Serra le encanta la moda y ha sido durante años quien ha asesorado a su marido en la elección del vestuario, algo que él siempre ha agradecido.
La esposa de Guardiola (por ahora no existe separación oficial) y su hermana Judith gestionan dos locales en Barcelona y Manresa donde se pueden encontrar algunas de las firmas más exclusivas del mundo, como Dsquared, John Richmond o Iro Paris. Las hermanas, que heredaron el negocio familiar, suelen hacer giras por las capitales de la moda europea, París y Milán, para fichar nuevas marcas. No en vano la prensa inglesa ha encumbrado a Cristina como 'fashion icon'.
De Iniesta a Shakira
Los precios de las tiendas son prohibitivos pero el producto que manejan es puro lujo. Por su local de Barcelona han pasado (de lo que dan fe sus redes sociales) desde Shakira a Andrés Iniesta, Luis Enrique y, por supuesto, Guardiola, al que utilizan como modelo de vez en cuando. La propia Cristina posa a veces con ropa de sus tiendas, un negocio que ampliaron antes de la pandemia y que tras la crisis han tenido que reducir.
En Barcelona tenían una tienda sólo de moda masculina que tuvo que cerrar y agruparse en la de moda femenina, en el corazón del Eixample más comercial. Y en Manresa cerraron hace poco más de un año la del barrio del Born para quedarse con la nave nodriza, la primera tienda de la familia.
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Las tiendas están gestionadas desde el paraguas de una sociedad civil privada, por lo que no tienen obligación de presentar cuentas al Registro Mercantil. Las estimaciones más optimistas hablan de que sus ventas pueden rondar los dos millones y medio de euros anuales, pero no hay forma de saber qué estructura de gastos tienen y calcular el beneficio.
Flechazo
La pareja se conoció, precisamente, en una de esas boutiques de Manresa. A los 18 años, Guardiola debía trabajar para la empresa como modelo, y conoció a la hija de los propietarios, de quien se enamoró al instante. Ella quería ser actriz y para lograrlo había empezado a trabajar como dependienta en la boutique familiar. Pero Pep se cruzó en su camino y todo cambió.
Guardiola, por su parte, creció en una familia humilde de Santpedor, donde sus padres le inculcaron una educación sencilla, donde imperaba la honestidad y la integridad. Por eso, en su pueblo siempre le han llamado ‘el hijo del paleta’, un apelativo que él luce con orgullo.
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Con su mujer se complementaron a la perfección: ella le enseñó a valorar la alta cocina, los buenos vinos, los viajes y, sobre todo, a escoger la mejor moda. Hoy se escapan de vez en cuando a Milán o París para degustar una buena comida o ir de tiendas. Los dos ejercen de padrazos para sus tres hijos, María (2001), Màrius (2003) y Valentina (2008), a los que Cristina ha mimado y protegido del foco mediático. En conjunto, la familia ha tenido siempre un perfil bajo de cara a la prensa, especialmente a la del corazón. Al menos hasta que María Guardiola se convirtió en influencer.
Así que ahora que vuelven al centro de la noticia al publicar Lorena Vázquez y Laura Fa que se han separado como pareja, el nerviosismo ha vuelto a la familia. Una familia que sea cual sea su condición romántica, sigue unida y amorosa. Prueba de ello es que estas navidades llegaron todos juntos en el mismo avión de Manchester a Barcelona y se volvieron a ir del mismo modo.
Cuando se pregunta a quienes la conocen cómo es Cristina Serra, mujer de Pep Guardiola, la respuesta suele ser común: “Es muy catalana”. Una frase que no dice nada y, sin embargo, lo dice todo. Quieren decir que es una mujer discreta, trabajadora y seria en su profesión, que marca las distancias y muestra educación extrema.