Ramón Freixa reinterpreta en Ibiza los sabores del Mediterráneo para Gin Mare

Ibiza es la isla de las dos caras, la de las puestas de sol y la de la luna que ilumina cada noche la cala de Na Xamena. La de la luna es la nocturna, la de los DJ de renombre, que son una marca en sí mismos. Poderosos e influyentes marcan los ritmos que mueven y contonean los cuerpos casi perfectos, inverosímiles, de jóvenes de todo el mundo que buscan en la isla abandonarse de fiesta en fiesta. Es también la isla del sol, de los pinares verdes que se asoman a las calas en busca de aguas cristalinas de ensueño. Es la tierra de artistas y artesanos que entrelazan hilos, alambres y cueros para crear una bisutería y una moda, propia y con carácter, que desde siempre ha vestido a la isla. Y es también un lugar que vive con sensibilidad y pasión especial los sabores, productos y recetas mediterráneos.

Sabores y productos que dan lugar a platos que el acervo popular llega a convertir en santo y seña de cada uno de los territorios, pueblos y culturas que aposentados en las costas del amplio Mare Nostrum disfrutan de una gastronomía que el mundo toma como ejemplo de lo que debería ser una dieta sana y saludable. Una gastronomía de platos que representan cada uno de los lugares, pero que al mismo tiempo comparten ingredientes que mezclan y funden sabores que se incorporan a las cocinas de todo el arco mediterráneo. Platos como el cuscús, el tabulé, el pesto, el gazpacho, el humus o la pizza, por ejemplo.

Platos, sabores e ingredientes que Ramón Freixa se encargó de reinterpretar y versionar en creaciones como el tabulé de cuscús con cítricos y pimienta; un pesto de semillas de albahaca y esturión en una lata de caviar; un flash de gazpacho con guarniciones tendidas; la cuajada de humus, rosquilla soufflé y caviar de aceite; la bullabesa de sashimi de salmonete con sopa de pescado de roca y raspa comestible, y la pizza 'frutti di mari' de camarón, tomate y queso.

Platos que se crearon para que seis de los mejores 'bartenders' del mundo se enfrentaran en la gran final de una de las competiciones más reconocidas a nivel internacional como es la Gin Mare Inspiration 2015, en cuya última prueba debían elaborar dos cócteles. Por un lado, el mejor gin & tonic posible, y por otro, el cóctel que mejor acompañara los sabores e ingredientes de los platos que presentó Freixa. La prueba se desarrolló en el incomparable marco de Ca Na Xamena, una de las más lujosas e idílicas villas ibicencas. Una casa minimalista de amplios espacios y enormes ventanales que se abren directamente sobre los acantilados de dicha cala.

Los cócteles debían preparase con los ingredientes y botánicos que cada 'bartender' interpretara como necesarios. Solo había un ingrediente que no debía faltar en ninguna de las copas que presentaron al jurado: la ginebra Gin Mare, un destilado exclusivo cuya producción se limita a la capacidad de 250 litros de su alambique. Una ginebra cuya fórmula requirió hasta 3 años en precisarse, ya que durante todo ese tiempo se llegaron a probar más de cien botánicos que una vez seleccionados hubieron de mezclarse en la proporción y cantidades adecuadas, para encontrar el 'blend' perfecto y ser reconocida así como la ginebra mediterránea por excelencia