Reese Witherspoon, una rubia no muy legal
Ahora hace justo un año, cuando muchos daban por sentado que la boda entre Reese Witherspoon y Jake Gyllenhaal era cuestión de meses, la propia actriz
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Ahora hace justo un año, cuando muchos daban por sentado que la boda entre Reese Witherspoon y Jake Gyllenhaal era cuestión de meses, la propia actriz aseguraba a la revista People que en sus planes no entraba volverse a casar. La ganadora de un Oscar por La cuerda floja, que ya pasó por vicaría con Ryan Phillippe y con quien tuvo dos hijos antes de que su relación fracasara, no se encontraba entonces preparada para dar el paso con Jake... y, al parecer, ya no hay opción a que decida hacerlo. La actriz de Una rubia muy legal ha demostrado no serlo tanto al decidir cortar su relación de tres años con Gyllenhaal por teléfono.
Las constantes peleas, la presión de volverse a casar o tener menos tiempo para estar con sus hijos, son algunas de las razones que le habrían llevado a poner punto y final al noviazgo. La ruptura unida al no habérselo comunicado a Jake cara a cara le habría roto el corazón al actor, que quería formar una familia con ella, según afirman fuentes cercanas a la pareja. "Se peleaban constantemente en los últimos meses" y por ello la relación terminó con "una serie de llamadas telefónicas".
"Se sentía bajo presión para casarse otra vez, pero no estaba preparada. No podía darle a Jake lo suficiente, porque éste quería todo de ella", añaden.
El tener menos tiempo con los pequeños Ava y Deacon también habría motivado la ruptura, puesto que "cuando ella le daba toda su energía a Jake, sentía que estaba dando menos a sus hijos", comentan a Us Weekly.
Otro factor que habría tenido en cuenta la rubia para dejar a su novio ha sido la relación de éste con sus hijos, ya que Witherspoon no veía a su pareja lo suficientemente maduro como para asumir la situación. "Él era maravilloso con los niños, pero ella sentía que éste no se daba cuenta de lo que (la paternidad) realmente entraña".
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