Carmen Martínez Bordiú demanda a José Campos por amenazas

Tras siete años casados, la separación de Carmen Martinez Bordiu y José Campos ha supuesto una sorpresa para muchos. Además, parece que su divorcio no va a ser tranquilo y de mutuo acuerdo como se esperaba, sino contencioso. Carmen aún no ha presentado la documentación para el trámite de separación pero sí una demanda por amenazas al que por ahora sigue siendo su marido en un juzgado de Instrucción de Madrid. Según ha confirmado su abogada Teresa Bueyes a Vanitatis, este trámite legal se debe a que Campos “ha pedido trescientos mil euros a cambio de mantener su silencio y eso supone una amenaza en toda regla”. La letrada asegura, remitiéndose a las leyes, que “el artículo número 171.2 del código penal afirma que el que solicite una cantidad de dinero a cambio de no revelar datos personales de la vida privada de otra persona será castigado con penas de dos a cuatro años de prisión” y añade que “José Campos se está arriesgando demasiado al presionar a Carmen”. Bueyes también afirma que “José está cerrando un trato económico con un programa de televisión para contar determinadas historias. Allá él, porque a Carmen que hablen mal de ella le trae al fresco”.

Hasta ahora, aparentemente, Campos y Bordiú eran la felicidad viviente y así lo plasmaban en reportajes exclusivos donde lo mismo compartían foco con jirafas y orangutanes que copas con esquimales, masasi y lo que se terciara en muchos de los viajes que hacían y que acababan apareciendo en las revistas. Toda imagen parecía posible si a cambio había un buen cheque. Para Carmen esta práctica era habitual; para José no. De repente, él obtuvo una gran fama proporcionada, sin duda, por el hecho de estar casado con la nieta de Franco. Entre tanto reportaje a ambos se les suponía una relación de pareja estable. Ahora se ha sabido que, desde hace unos años, la historia de amor no era tan idílica. Al menos así lo afirma una de las partes a través de Teresa Bueyes, que tiene autorización de su clienta para contarlo.

Según Bueyes, no es cierto que José Campos se encontrase de repente con la ‘papeleta’ de ver  cómo su mujer se había enamorado de otro y le echaba de una casa familiar que al ser propia no tenía más remedio que abandonar. Efectivamente, la casa de Santander la compró Carmen y, en un momento dado, hizo un contrato de arrendamiento a Campos que este no llegó a pagar nunca. “Esa es la razón de que, en el momento en que la historia se terminó, él se tuvo que marchar sin haber pagado ni un euro”, afirma Bueyes

El matrimonio había llegado a un acuerdo previo al contencioso pero parece que algunas exigencias del marido acabaron enfadando a Carmen. Entre las peticiones del directivo del Racing estaba la de quedarse con un barco que le había regalado ella. Además, Martínez Bordiú tenía que pagar el traslado de la embarcación desde Mallorca a Santander. Carmen se negó porque ella ya era la encargada de pagar el seguro y el dique seco. A partir de ahí empezaron las complicaciones y una serie de desencuentros que parece que solo acaban de empezar. A pesar de la petición sobre la embarcación que compartían hasta hace poco, lo que sí ha hecho José Campos es devolverle a su mujer un reloj Chopard de colección valorado en unos 75.000 euros. Este reloj solo era le pertenecía en usufructo, ya que la verdadera dueña era Cynthia, la hija que tuvieron juntos Carmen Martínez Bordiú y Jean Marie Rossi.