Alejandro Aznar y Mónica Oriol se enfrentan a una multa millonaria por las obras de su finca

Desde que el naviero Alejandro Aznar comenzara las obras de remodelación de su casa de campo en el Parque Nacional de Cabañeros (Ciudad Real) todo han sido problemas. Después de dos años y medio intentando finalizar la ampliación de un aparcamiento frente a la casa y una campa de evisceración, Aznar y su mujer, Mónica Oriol, se enfrentan ahora a una multa de 200.000 euros.

Pero empecemos por el principio. La familia Aznar posee desde mediados del siglo XX el “más extenso coto de reses” de la península. Una finca de 16.900 hectáreas enclavada en pleno Parque Nacional de Cabañeros que la familia redujo después de que el Gobierno comprara una parte por 4,8 millones de euros. Entonces los Aznar se quedaron con 7.000 hectáreas.

Dentro del parque nacional también están las fincas de Alberto Alcocer y Alberto Cortina, vecinos de tierras de los Aznar.

En el año 2012 Alejandro Aznar decidió hacer unas reformas en la increíble casa familiar de la finca: una vivienda de 1.900 metros construidos y 12 de altura. Mientras solicitaban las licencias y antes de obtenerlas, Alejandro y Mónica comenzaron a edificar un aparcamiento y una explanada encofrada para la evisceración. Nada más empezar las obras, las tuvieron que parar al no disponer de licencias, que estaban en trámite.

Una vez aclarado el problema, el matrimonio pudo continuar con las obras que, en agosto de 2014, tal y como informó Vanitatis, volvieron a paralizar por la falta de otra licencia.

Presiones ecologistas

A día de hoy, con todo casi terminado y tal y como ha informado El País, el matrimonio se enfrenta a una multa de 200.000 euros propuesta por el Ministerio de Medio Ambiente debido a una serie de irregularidades en la construcción de un parking y una campa de evisceración. Sin embargo, Vanitatis ha hablado con fuentes del entorno del empresario que aseguran que “jurídicamente las obras tienen licencia prácticamente en su totalidad”.

La multa propuesta por el ministerio llega después de que el pasado noviembre varias organizaciones ecologistas denunciaran las obras. “La solución es fácil: ellos piden una autorización adicional y no debería pasar nada”, cuentan las mismas fuentes a este medio, que deslizan que el ministerio se ha visto obligado a proponer la multa “por la presión de los grupos ecologistas”. En concreto, se refieren a Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife y WWF.

Inexplicable

Según las fuentes consultadas por Vanitatis, lo que los Aznar no entienden es “por qué no les expropian si hay tantos impedimentos”.

Según la versión del entorno de los Aznar, “son obras legales, amparadas por la ley”. Sin embargo, pese a que “todo el mundo estaba informado”, el problema ha llegado cuando las modificaciones han sobrepasado lo que permitía la licencia. “Sí, han hecho unas plazas de parking más y la campa es más grande que la que se fijaba en el permiso, pero es que lo necesitaban por los mínimos que fija la ley cinegética”, explican.

Pese a los problemas con las licencias de obras, los Aznar “han dado varias monterías esta temporada”.

Fin de caza en 2020

Tal y como fija la Ley de Parques Nacionales, dentro de cinco años estará prohibido practicar la caza en Cabañeros. Por eso, personas consultadas por este medio no entienden “cómo se han gastado tanto dinero” en construir unas instalaciones que “no van a servir para nada”.

Pese a que los Aznar tienen esperanza de que la proposición de multa no prospere, si finalmente les obligan a pagar 200.000 euros, “acatarán, ¿qué van a hacer?”.