'Mata Mua' es para la baronesa Thyssen lo que Rosebud para 'Ciudadano Kane'

Si hay alguna obra en la vida de la baronesa Thyssen que tiene un gran simbolismo sentimental, esa es la tela de Gauguin 'Mata Mua'. "Es más que un cuadro, forma parte de nuestra vida", ha dicho en muchas ocasiones Carmen Cervera refiriéndose a la joya de la corona de su colección privada, que ahora se encuentra ya ofertada en el circuito de los grandes coleccionistas. La baronesa necesita liquidez y muy a su pesar quiere desprenderse de este lienzo de gran significado emocional. "Me enamoré de él en cuanto lo vi en la subasta de Sotheby's en Londres", explica cuando le preguntan cuál es la obra a la que tiene más cariño.

La baronesa Thyssen presiona a Hacienda: encuentra comprador para el 'Mata Mua'

Ana Sánchez Juárez

Con este nombre los Thyssen bautizaron la villa de Marbella, que de todas las casas en propiedad fue siempre la preferida del matrimonio y sobre todo del barón. Allí pasaban la mayor parte de los veranos con un ejército de servidumbre capitaneado por Carmen Fernández, la madre de Tita. Hasta que falleció fue siempre el hilo conductor en la vida de la familia y sobre todo en la del nieto Borja, quien parece que está en desacuerdo con la venta de 'Mata Mua'.

Tita ejercía como una reina entre la jet marbellí que durante años le dio la espalda cuando no era nadie. Al casarse con el barón, la situación cambió y no había fiesta, privada o pública, en la que no estuvieran invitados. De aquella época son las exhibiciones de Heinrich Thyssen mostrando su elasticidad con la postura del loto que entusiasmaba a sus amistades. Aunque en realidad lo que todos querían ver era el cuarto de baño de Carmen Cervera, donde según los rumores que circulaban en aquellos veranos locos el cuadro de Gauguin que colgaba en esa estancia era el mayor atractivo.

En realidad la tela estaba en Villa Favorita y en Marbella lo que había era una bañera de gran tamaño empotrada en el suelo cuyos azulejos pintados mostraban la réplica del paisaje idílico preferido por la baronesa. Este diseño fue una idea de su hermano Guillermo, ingeniero industrial y padre del que se ha convertido en el principal apoyo de la baronesa, su sobrino Guillermo, actual director del Museo Carmen Cervera en Andorra.

'Mata Mua', que significa 'érase una vez', podría compararse con el Rosebud de Orson Welles en la película 'Ciudadano Kane'. Una especie de mantra para los Thyssen que bautizaron también con el nombre de su joya pictórica al velero de 38 metros de eslora y que estaría en venta. La réplica de la obra de Gauguin forma parte de la decoración interior del barco. Es una imagen recurrente en la vida de la baronesa que considera que algunas pinturas buscan a los coleccionistas y no a la inversa. Y este podría ser el caso de 'Mata Mua', que pasó por distintas manos privadas antes de que el barón Thyssen pudiera comprarlo.

Y en su caso hasta dos veces pasó por sus vidas como explicaba la propia Carmen Cervera al definir su 'Mata Mua' como "algo especial". La primera vez que se cruzó en su camino fue en Londres cuando el matrimonio participaba en una subasta en Sotheby's y la puja se presentaba muy elevada con un remate que podía superar los 19 millones de euros. Había pocas posibilidades y un amigo del matrimonio, Jimmy Ortiz Patiño, que también estaba interesado, propuso al barón adquirirlo juntos. Y así se hizo.

Años después el copropietario quiso desprenderse de él y ofreció su parte al aristócrata. "El precio era mucho mas elevado y lloré cuando por fin lo adquirimos. Otro gran susto fue cuando tuve que pagar a los herederos", explica Carmen. Y esa fue la tercera vez que 'Mata Mua' podría haber desaparecido de la vida de Tita Cervera, pero no sucedió. Ahora hay un comprador para este talismán que puede servir para solucionar los problemas que Carmen Cervera y su hijo Borja tienen con Hacienda.

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