Esta es la pasta rellena de Mercadona con menos calorías, aunque no es lo que le importa al nutricionista David Archilla

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Las redes sociales ofrecen una amplia variedad de ideas para cocinar, con innovadoras recetas o dándole un nuevo toque a clásicos de la gastronomía. A ello hay que sumar el poder de los productos virales, como ocurre con el snack perfecto para un aperitivo o el queso premiado de Mercadona.

De hecho, el supermercado valenciano se ha convertido en básico en la compra de muchos españoles. Por ello, los nutricionistas divulgan en las redes sociales sobre qué alimentos son más recomendables y cuáles más esporádicos. Así, aunque los expertos dejan claro que es mejor no categorizar los alimentos en buenos o malos, queremos conocer uno de los productos de Mercadona que está causando furor.

Se trata de las pastas rellanas de Mercadona, donde existe una amplia variedad de opciones. Así lo ha recordado en sus redes sociales el nutricionista David Archilla, que ha analizado las propiedades de algunos de los alimentos de este tipo que encontramos en los lineales de la cadena valenciana.

"Hoy os traigo los distintos tipos de pastas frescas que podemos encontrar en Mercadona. Los valores nutricionales indicados son por envase completo de 250 gramos. Ten en cuenta que son productos que por sus ingredientes será mejor consumir de forma ocasional", revela en su perfil de Instagram. Un post donde analiza algunas de las pastas más frescas más conocidas de Hacendado.

Las calorías de la pasta de Mercadona

Así, podemos ver que la propuesta de calabaza y crema de quesos tiene 715 calorías. Mientras que la de carne posee 667 calorías, la de queso de cabra y cebolla caramelizada 682 calorías y la de parmesano y trufa 670 calorías. Mientras, la de quesos tiene 685 calorías, la de jamón y queso 672 calorías y la de verano 697 calorías. Una selección donde llama la atención las 535 calorías de la pasta de ricota y espinacas, por debajo de la media.

A la venta por 1,90 euros la bandeja de 250 gramos, se trata del producto menos calórico de esta categoría. Sin embargo, como destaca el nutricionista en su análisis, al comentar otros datos, esto no es lo más importante. Lo ideal es conocer la calidad del producto en su totalidad, sabiendo qué proteínas tiene, la cantidad de sal o de grasa; ofreciendo una visión más completa, puesto que las calorías solo son un número.

Aunque más allá de los números, si estás deseando probar esta pasta fresca de ricota y espinacas, una de las ideas para acompañarla sería una salsa casera de tomate natural, con ajo, albahaca fresca y un buen aceite de oliva virgen extra, lo que puede realzar su sabor sin añadir calorías innecesarias y aportando más nutrientes.

Aunque, especialmente de cara a los días de calor, también es posible optar por salsas más originales, como una crema ligera de yogur natural con limón y hierbas frescas, que aporta frescor. Una opción válida dentro de una dieta equilibrada que nos recuerda que no conviene dejarse llevar únicamente por el número de calorías que aparecen en el envase.