El centro Hare Krishna: un lugar para alimentar cuerpo y mente

Quizás no sea el restaurante más elegante de la ciudad; ni tampoco el más sofisticado, pero la comida que prepara y el buen ambiente que ofrece a los visitantes han convertido al centro Hare Krishna de Madrid en el lugar perfecto para disfrutar de una comida diferente a un precio muy económico.

 

Situado en la céntrica calle Espíritu Santo, este local propone todos los días un menú muy especial compuesto por cuatro platos vegetarianos acompañados de pan integral y una infusión. Nada de mesas, ni tampoco camareros. Todo transcurre de forma sencilla y natural. Sentados en el suelo sobre un cojín naranja, los comensales degustan sobre sus rodillas una comida diferente en la que las verduras, el arroz y la ensalada son los ingredientes principales.

 

“Básicamente lo que diferencia esta comida de otras es el hecho de que se ha ofrecido en el altar. Es comida lacto vegetariana, donde la violencia está minimizada. Todo lo que comemos está espiritualizado. De hecho, al ofrecer a dios los alimentos, procuramos comprar las mejores calidades”, explica Yayanta, miembro del centro.

 

Uno de los platos estrella del lugar es un guiso de verduras denominado sabji, elaborado con tofu, brócoli, maíz, calabaza, cúrcuma, jengibre, comino y pimienta, todas ellas especias muy utilizadas en la alimentación de los Hare Krishna. Pero sin duda alguna, el ingrediente más importante en esta cocina es el cariño con el que se preparan estos platos. ”No está cocinado con la conciencia de un negocio, está hecho con la conciencia de satisfacer a dios y pensando que cuando él está satisfecho, la gente también lo está”.

 

Otro de los platos más característicos del centro son las albóndigas de repollo, zanahoria, recubiertas de una mezcla de harina y garbanzos, con salsa de tomate y coco. 

 

Los postres Hare Krishna tampoco se quedan atrás. Muchos de ellos están elaborados con frutas, como por ejemplo el crumble que preparan con avena, harina blanca, mantequilla, manzana, azúcar y canela. Y es que, al ser una alimentación vegetariana, el cocinero del centro procura que todos los menús tengan proteínas, fibra y lácteos, logrando de este modo una cocina sana y muy digestiva.

 

El precio del menú es simbólico, 6 euros, ya que el local no fue concebido como un lugar de lucro. Tras abrir sus puertas en los años 90, poco a poco los Hare Krishna se dieron cuenta del interés de la gente por conocer su gastronomía, lo que les empujó a usarla como carta de presentación de su movimiento espiritual. “Ha surgido de forma natural. Esto no se concibió como un comedor. Al principio cocinábamos para nosotros, pero empezamos a hacer más cantidad para la gente que venía”, explica Yayanta. 

 

Las comidas empiezas a servirse a partir de las 2h30 hasta las 4h30. Tanto a diario, como los fines de semana el lugar se llena de gente muy dispar en busca de buena comida y de tranquilidad. “Es un lugar espiritual donde la gente que viene es muy respetuosa. Nadie está pendiente de lo que hace los demás. La gente se va bien, con buena sensación”, añade el Hare Krishna.

 

Quizás por ello no es de extrañar encontrarse sentados en el suelo del local a actores españoles, que acuden al centro, precisamente por la discreción de la gente que allí se encuentra.