El nuevo templo del oro líquido español

La gastronomía marca tendencia. Las clases de cocina son el plan de moda, el enoturismo es ya una de las opciones más demandadas y salen rutas del queso, la sidra, las setas o la miel de debajo de las piedras. Desde hace algún tiempo, otro manjar con denominación de origen trata de hacerse un hueco en este delicioso mundillo de las degustaciones: el aceite de oliva. Un nuevo templo culinario abre sus puertas en Madrid para rendir tributo a este preciado tesoro con sabor 100% español.

"Monté el negocio para localizar un aceite verde picual con sabor a tomatera fresca que había probado hace nueve años y que hasta ese momento me había sido imposible encontrar", comenta a Vanitatis Fernanda Médici, fundadora del Museo del Aceite, que hace apenas un mes ha trasladado su stock del centro histórico de Toledo a la capital. Asegura haber dado por fin con un producto similar a aquél que tantas sensaciones le produjo hace una década, y en su recién inaugurada tienda de Madrid se afana por ofrecer ésta y otras experiencias gourmet a sus clientes. "Aquí se puede encontrar una selección de los mejores aceites del año. Un listado que hacemos entre Arantza Vélez, mi socia, y yo en base a nuestro gusto y experiencia personal, y también teniendo en cuenta los premios nacionales. No somos catadoras técnicas ni científicas, sino más cercanas al público", explica esta brasileña enamorada del oro líquido patrio.

Pero el Museo del Aceite de Madrid es mucho más que una tienda para paladares exquisitos. "Ofrecemos una mesa de degustación permanente y explicamos a los clientes todo lo que quieran saber sobre este noble producto. Así como los mejores vinos, la formación para su correcta apreciación es muy importante y por tanto, creemos que es nuestro deber formar al consumidor". Además, aprovechando la experiencia que un establecimiento en el centro de Toledo le ha aportado en el trato con los turistas, abren de lunes a domingo sin cerrar a mediodía y atienden en portugués y en inglés además de en castellano. "Se trata de llegar a todos los públicos. A los extranjeros les entusiasma el aceite español", asegura.

De hecho, tal y como cuenta Fernanda, el la gente de fuera la que más compra. "En España no hay cultura del aceite. La gente no concibe pagar 9 euros por una botella de medio litro cuando les dan 5 por 15 en su pueblo. Que entiendan que son aceites comparables a los mejores vinos españoles sigue siendo complicado". Parte de la culpa, dice, la tienen los grandes fabricantes, que producen un aceite de muy baja calidad y no les interesa que se tenga mayor conocimiento sobre este alimento. "Así la gente sigue comprando el Carbonell", sentencia.

El principal problema de que en nuestro país no se consuman aceites de mayor calidad el desconocimiento. "Se hacen muy buenos aceites en toda España, en la zona de La Rioja, Navarra, Tarragona... incluso en Galicia. Los grandes chefs están empezando a maridar sus platos con los diferentes tipos que existen. Es bueno que se ponga de moda para que haya más información, pues es triste que en la mayoría de las tiendas de delicatesen nos sepan explicar la diferencia entre unos y otros, a veces hasta los ponen juntos como si fueran todos iguales. Es como colocar un vino de reserva al lado de uno de cartón".

Por eso, desde su nueva tienda en la calle Zaragoza número 6, Fernanda y Arantza tratan de concienciar a aficionados y curiosos. "Intentamos dar el máximo de información posible, pero depende del interés del cliente. Además del espacio de la entrada, disponemos de una cueva original del edificio (perfectamente acondicionada) con capacidad para 15-20 personas, donde ofrecemos catas más detalladas".

Mucho más que aceite

"Además de aceites de extracción en frío, trabajamos con envases grandes por encargo (latas y garrafas de 2 y 5 litros, siempre de alta calidad y a muy buenos precios". El precio, confirma Médici, no supera los 30 euros y sirven tanto para tomar al natural como para cocinar. "Hay variedades de aceituna que aguantan mejor las temperaturas que otras, como hojiblanca, picual y cornicabra, que no pierden la vitamina E con el calor", añade.

Pero también disponen de sales especiales, vinagres, productos gourmet relacionados con el aceite... y cosmética basada en este ingrediente vegetal cuya alta cantidad de vitamina E lo convierte en un potente antioxidante. "Fue difícil de encontrar porque mucha gente hace cremas de oliva pero no todas son 'reales'. Sólo funciona si son productos cuya base es el aceite de oliva virgen extra en un 70 u 80%. Nosotras tenemos Matarrania, de Teruel, la única marca de cosmética ecológica certificada confeccionada a partir de aceite de oliva".