Cómo protegerse del sol desde dentro

Ya esta aquí el verano, ya esta aquí el calor y por tanto es hora de incursionar en los armarios para el cambio de vestuario. Comenzamos la exposición solar y con ello aumenta el riesgo de padecimientos en la piel debido a la misma. Pero la pregunta que nos planteamos es qué podemos hacer: o continuar con la blancura enfermiza del invierno o lucir un bello bronceado. La cuestión es que a veces tratamos de acelerar tanto este proceso de bronceado que acabamos maltratando nuestra piel, produciéndole daños acumulativos que en ocasiones acaban en los temidos melanomas. El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente en muchos de los países desarrollados. La radiación ultravioleta (UV) es la responsable del efecto cancerígeno y de otros también nocivos, como las quemaduras y el desarrollo de cataratas a nivel ocular.  

Está demostrado que el cáncer de piel puede prevenirse adoptando hábitos de protección contra las radiaciones solares. El problema de fondo -y origen más que probable del espectacular aumento de los tumores cutáneos- es el valor estético cultural que nuestra civilización concede al bronceado de la piel. Es misión de los gobiernos y de sus autoridades sanitarias el establecer campañas divulgativas que promuevan un cambio en este estado de opinión.

 

A nuestro nivel, los profesionales sanitarios tenemos que persuadirnos de la importancia de la recomendación de fotoprotección como práctica rutinaria, sobre todo en las visitas realizadas cerca del verano. Los consejos sobre evitación de la exposición solar excesiva deben incluirse sistemáticamente entre las recomendaciones que se efectúan en las revisiones de salud de niños y adolescentes, y ante todo individuo con mayor riesgo de padecer tumores cutáneos. Los padres han ser informados de los métodos de fotoprotección y de su importancia, muy especialmente en el caso de que sus hijos sean lactantes o niños pequeños menores de 5 años.

Es importante protegerse del sol tanto interna como externamente. En otro momento nos dedicaremos a la fotoprotección externa. Para una buena protección interna, recomiendo el producto Sunlaude en cápsulas (de laboratorios Cumlaude), que tomado 1 vez al día, proporciona una alta protección, tanto a la piel como a los ojos. Se toma una cápsula al día, preferiblemente desde 4 a 6 semanas previos a la exposición y se recomienda su uso durante 2 meses, produciendo además un bronceado natural. Contiene luteína (antioxidante y protector ocular), betacaroteno (regenerador de los tejidos), polifenoles del té verde (protector celular frente a las radiaciones solares), Selenio y Zinc (antioxidantes), Licopeno (favorece la pigmentación cutánea), Vitamina E (protector contra el envejecimiento), Aceite de Onagra y Vitamina B5 (regenerador e hidratante). Con todo esto, además de protegernos y reparar el daño celular, conseguiremos evitar quemaduras importantes, sobre todo en pieles más claras y sensibles y un bronceado tremendamente natural.

 

Tú eliges, o cáncer, cataratas y envejecimiento precoz, o lo que haría cualquier persona medio sensata, exposición moderada y buena protección.

* El Dr. Moisés Amselem es director médico de la Clínica Francesa Dray de Madrid.